La viguesa Creotz lanza las memorias inéditas de la impulsora del Nobel literario juvenil

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

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La editorial, que presenta el libro hoy en Vigo, logró los derechos para España de la obra de Jella Lepman, un referente mundial

08 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que el nombre de la periodista alemana Jella Lepman no esté entre los más reconocibles para los lectores. Ni siquiera para los más duchos en literatura, pero en este caso, sí deberían saber quién era, ya que la germana de origen judío reasentó las bases del género para edades tempranas. Ella creó las instituciones más relevantes relacionadas con la literatura infantil y juvenil: la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich en 1949, puso en marcha en 1953 la organización más importante del mundo dedicada al libro Infantil IBBY (presente en 77 países) y auspició el premio Hans Christian Andersen, considerado el Nobel de la literatura juvenil.

La editorial viguesa Creotz, que dirige la también periodista Teresa Zataraín, presenta hoy en Vigo (a las 19.30 en la Escuela de artes y Oficios) el libro en el que Lepman narra en primera persona sus iniciativas que dejaron más poso. Se trata del proyecto más importante en la trayectoria de esta pequeña editorial viguesa, que se encontró con un tesoro en sus manos, ya que sorprendentemente, la obra, Un puente de libros infantiles, en el que la autora recoge sus memorias, no estaba ni traducida al castellano ni editada en España. «Creo que llegué a él por hacerme preguntas, porque soy una periodista metida a editora», reconoce Zataraín. «Documentándome sobre diversos temas, me encontraba que detrás estaba siempre su nombre, empecé a buscar información sobre ella y no había nada editado en español. Sus memorias, que son una crónica apasionante, me las compré y me las leí en inglés», recuerda.

Al tiempo empezó a indagar y supo que quien tenía los derechos sobre la autobiografía era la Biblioteca Internacional de Múnich y nunca se había editado en español pese a que se escribió en 1964. «Solicité los derechos y aunque tardaron en responder, me contestaron que sí. Quizás nadie se interesó antes porque no les parecería un producto muy comercial», especula. «A mí, como lectora, me parece una delicia y como editora de libros infantiles, una oportunidad única», reconoce. «Cuando supe que no estaba editado, no me lo podía creer. Yo lo siento como una oportunidad que nos aguardaba ahí y que difícilmente se repetirá, porque es un libro importante de una mujer muy importante», afirma. La viguesa añade para apuntalar su tesis, que cualquier autor que se precie aspira a conseguir el premio Hans Christian Andersen. «porque se consagra, pero estoy segura de que muchos de los que aspiran a ese galardón no tienen ni idea de que ese premio lo estableció una mujer periodista en tiempos de la posguerra alemana», indica.

Una vez que la biblioteca alemana cedió los derechos, solicitaron una subvención a la traducción al Instituto Goethe, que también les concedieron. Tras casi año y medio de trabajo, la obra estuvo lista para su impresión en marzo. Su puesta de largo fue en la sede del Instituto Goethe en Madrid y tras su presentación esta tarde en Vigo, recorrerá otros puntos del país.

Por otra parte, reflexiona sobre la oportunidad de un momento en el que se trata de rescatar figuras femeninas de diversos ámbitos que quedaron en el olvido, ocultas tras los hombres. «En este sentido también es importante. Si fuera un hombre, seguro que sería más conocido. El legado que ella dejó está en primera línea del sector», subraya.

Una mujer que vio cómo ardían en la hoguera los libros que los nazis echaban al fuego

La editora viguesa explica que «aunque estamos muy centrados en literatura infantil, tiene mucho sentido dentro del proyecto de Creotz que se conozca la historia de Jella Lepman, una mujer que vio cómo ardían en la hoguera los libros que los nazis echaban al fuego». La autora de la autobiografía Un puente de libros infantiles huyó de Alemania con sus hijos, comenzó una nueva vida en Inglaterra y al finalizar la guerra, regresó a su país para trabajar como asesora del ejército americano en la reeducación de las mujeres y los niños.

Ser la primera editorial del país que traduce y edita su obra en España también acercó a Zataraín a las instituciones que ella impulsó, como la Biblioteca de Múnich. Su directora, Christiane Raabe, escribió el epílogo y la edición incluye, además, una conferencia sobre literatura y educación que Ortega y Gasset impartió en la urbe germana en 1951.

La editorial Creotz nació hace 5 años. Su eje principal es el lector menudo y una apuesta por la poesía. «Vamos despacio y estoy muy satisfecha con lo que estamos haciendo porque logramos cosas importantes, como consolidar la colección Hilo de cometa», reconoce Teresa Zataraín, que se atrevió a poner en marcha esta empresa convencida de que un periodista está muy cerca de ese mundo. «Empecé con dos libros míos, ya llevamos diez títulos y tres planificados en este momento», recapitula.