«Aquí, la realidad es que quien no tiene padrinos no se bautiza»

carlos ponce CANGAS / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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El joven cangués obtuvo el premio de la Universidad de Vigo a la mejor tesis en biomedicina y lleva 6 meses en paro

06 jun 2017 . Actualizado a las 16:44 h.

Guillermo Pousada es licenciado en Biología. Realizó un máster en metodología y aplicaciones en ciencias de la vida y posteriormente hizo un posgrado de genética médica. Finalmente, firmó una tesis sobre la hipertensión pulmonar que fue galardonada como la mejor en el campo de la biomedicina por la Universidad de Vigo el año pasado. Pese a ostentar semejante currículo, este cangués de 32 años lleva seis meses en paro. Simboliza las dificultades de una generación con dificultades para incorporarse al mercado laboral pese a su brillante preparación académica.

Cuando finalizó la tesis, Guillermo se vio obligado a empezar a buscarse la vida. «La Universidad de Vigo no me dio ninguna alternativa. Los contratos van en función de los proyectos de investigación. Y ahora mismo, con todos los recortes, han reducido muchísimo esos proyectos. En los pocos que hay no ofrecen dinero para contratar personal. No hay fondos para hacerme un contrato», expone. Tampoco ninguna universidad española se ha puesto en contacto con él.

Lo está intentando en el ámbito privado, claro, pero reconoce que la situación no está mucho mejor. «Aquí, la realidad es que quien no tiene padrinos no se bautiza», ironiza el investigador cangués. En estos meses realizó varias entrevistas para empresas y asegura que, en dos de ellas, el trabajo incluso ya estaba dado de antemano. «Me hicieron perder el tiempo, el puesto ya estaba adjudicado a dedo», se lamenta.

La situación de este joven contrasta con los halagüeños datos laborales de los que presume el Gobierno. A Pousada le hacen gracia los mensajes triunfalistas que se están dando. «Me sorprende mucho, porque veo que la cosa cada vez está peor. Es verdad que hay más trabajos, pero son contratos basura», argumenta. La solución, en su opinión, es o cambiar de profesión o irse al extranjero, algo que reconoce que no le apetece en absoluto. Pero puede que sea su única salida, como ha ocurrido con tantos. «Después de invertir tanto dinero en nuestra educación, nos aprovechan otros países. Cuando un científico español hace algo importante en Estados Unidos, sale en todos los periódicos como motivo de alegría, pero es un motivo para avergonzarse, ya que esa persona se ha tenido que ir porque en España no le apoyaban», sentencia. 

Publica en «Scientific Reports»

Si en último caso, tuviese que emigrar, Pousada baraja varias opciones. O bien Holanda, donde se están haciendo avances en hipertensión pulmonar. O Cambridge, en cuya Universidad hay un grupo de investigadores trabajando en este campo. Lo que tiene claro es que quiere seguir investigando sobre esta enfermedad.

Su tesis acaba de ser publicada por la prestigiosa revista científica estadounidense Scientific Reports. «Fue un subidón», recuerda.

Los pacientes con hipertensión pulmonar tienen una esperanza de vida de unos seis años, pero la investigación de Guillermo Pousada permitiría diseñar un método diagnóstico que, en función de la carga genética de cada paciente, poder administrarle un tratamiento específico. «De esta forma aumentaríamos la calidad de vida de estos pacientes», asegura.

De momento, todos estos avances no han sido suficientes para lograr la tan ansiada estabilidad laboral. Fiel reflejo de la situación de miles de jóvenes desde el inicio de la crisis.