«Si logramos los medios necesarios, la película será el 'Calle 54' gallego»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

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El pianista Alberto Conde graba el documental «Corrente do Golfo» sobre el lazo musical con Cuba

06 jun 2017 . Actualizado a las 12:11 h.

Alberto Conde podría parecer un clásico, pero en todo caso poco ortodoxo. Porque la experimentación y la búsqueda de nuevas vías de comunicación a través de la música es una de las facetas que nunca deja de lado el pianista y compositor (nacido en Caracas, de padres ourensanos en la emigración y vigués adoptivo desde hace décadas). Fue pionero en la fusión de los sonidos del jazz con el folk gallego y su proyecto Atlantic Bridge junto a otros músicos del país, cruzó el océano hasta Estados Unidos con el guitarrista norteamericano Steve Brown. Ahora ha puesto la lupa en Cuba, germen del ambicioso proyecto audiovisual Corrente do Golfo, sobre el jazz gallego y el cubano y los puentes que lo unen con España. Todo ello sin abandonar su faceta didáctica, ya que es profesor de jazz en el Conservatorio de A Coruña, labor que le obliga a estar viajando toda la semana varias veces entre en norte y el sur de Galicia. Otro viaje fue el comienzo del sueño que ahora le ocupa.

-¿Cuál fue el germen?

-Comenzó hace dos años, a raíz del 31 Festival de Jazz de La Habana. Nos invitaron a participar a la cantante cubana Diana Tarín afincada en Vigo y a mi. Fuimos los dos, pero para hacer el repertorio que nos pedían necesitábamos un cuarteto. El padre de ella es un músico muy reputado allí. Es el maestro guitarrista Silvio Tarín, que ha acompañado a artistas conocidos como Omara Portuondo y músicos de La Trova Cubana. Él nos buscó un bajista y un batería que al final no podía y le sustituyó Yissi García, una magnífica instrumentista que empezaba a despuntar. A mí me llamo la atención su calidad. Seguí su trayectoria y poco después ya estaba haciendo conciertos por Estados Unidos y hasta dando masterclass en la Berklee School of Music. El año pasado empecé a trabajar con ella con la idea de grabar un disco en Cuba, pero hablando con colaboradores míos como el sociólogo Luis Cuntín y el productor Segundo Grandío, director del estudio de grabación Casa de Tolos, decidimos que podíamos hacer un documental que contase la historia evolutiva de la música afrocubana.

-Menudo giro, ¿no?

-Sí. Es que descubrí cosas muy interesantes en La Habana. De la observación surgió la investigación sobre personajes que hacen que todo tenga sentido. Son descubrimientos inéditos que no puedo desvelar todavía porque forman parte del eje de esa filmación, es el leit motiv. Se podría hacer un disco y quedaría bien, pero sin la parte visual nos dejaríamos atrás temas muy interesantes, se perdería contarle a la gente por qué la música afrocubana tiene la expansión, el peso y reconocimiento mundial que tiene. Demostrar cómo lo hicieron, que no fue casualidad. No como el ejemplo de Galicia. El mal de nuestro país ha sido darle bombo a los gaiteiros y no a las pandereteiras. Y haber montado escuelas de estudios vocales en vez de dar más apoyos a la música de acompañamiento, cuya función es complementar a la raíz.

-¿En qué fase se encuentra el proyecto?

-El proyecto lo hemos comenzado por la parte musical, que hemos hecho en directo y ya lo hemos conseguido. La primera ronda de conciertos, con diferentes formaciones, se grabó el pasado diciembre en el Garufa de A Coruña y la segunda, el plato fuerte, se grabó hace dos semanas en dos sesiones entre el Teatro Afundación de Vigo y el auditorio del Conservatorio Superior de Vigo. Ahí se llevó el formato grande. Llegamos a ser 40 personas tocando, entre ellos, invitados como el Coro Rías Baixas o la camerata de la Orquesta Vigo430 y cuatro percusionistas, entre ellos la batería Yissi García.

-¿La historia avanza a través de estos conciertos?

-No únicamente. Entre las actuaciones se inserta la parte visual, pero estamos en ese proceso y necesitamos ese apoyo. El guion está hecho y la idea clara. Lo que nos falta es el equipo. Un director que se ocupe de la parte de cine, con entrevistas a músicos y quizás un actor como narrador. Sin ambas cosas el proyecto se quedará en un disco con un libro y vídeo, que tampoco está mal y está garantizado. Trueba hizo Calle 54 y si nosotros consiguiéramos un equipo de ese nivel nuestro documental sería algo parecido, el Calle 54 gallego. Hay otros ejemplos, pero con el flamenco, como Guitarra de palo, de Andrea Zapata-Girau.

-¿Y cómo lo van a conseguir?

-No lo sé. Es lo que nos falta. Estamos tocando puertas en entidades públicas y privadas, pero no tenemos esa parte cerrada. Mi idea es intentar estrenarlo la primavera del año que viene y hacer también una gira de conciertos.

Su formación. Comenzó estudiando guitarra clásica y se graduó como tal, pero se pasó más tarde al piano y al jazz. Fundó la Escuela Baio Ensamble de Vigo.

Su obra. Tiene más de una decena de discos. El último: Human Evolution Music Proyect.