La falta de espacio en los archivos sigue sin solución tras el papel cero y el expurgo
23 may 2017 . Actualizado a las 08:30 h.La puesta en marcha del expurgo de expedientes judiciales antiguos y la implantación de proyectos piloto para eliminar el papel no han impedido que los tomos de los pleitos y las pruebas de cargo para juicios sean apilados en los pasillos y los aseos de los juzgados. Toda la superficie útil está agotada y pasarán varios años hasta que se inaugure la Cidade da Xustiza, que se prevé construir en la torre del Xeral. Y, por el momento, solo un juzgado de Vigo cumple los objetivos de papel cero y no imprime nada.
El sindicato Alternativas na Xustiza-CUT reconoce que el voluntarismo de los funcionarios y de los empleados de la contrata de mantenimiento ha impedido que el edificio judicial se haya convertido en un estercolero o un vertedero. Decenas de expedientes, que ya no están vivos, se apilan bajo las mesas de los funcionarios o en los pasillos mientras que las piezas de convicción (que sirven para incriminar a los acusados en un juicio) se amontonan en los aseos de los juzgados o en cuartos de ocho metros cuadrados en los sótanos.
Son expedientes antiguos que ya no tramitan ni gestionan y que deberían estar en las oficinas sino almacenados en un archivo definitivo. Mientras los operadores no vienen a cargarlos para su traslado, se amontonan en cajas a lo largo de los pasillos, arrimados a las paredes y a cuadros eléctricos o cerca de las puertas de los ascensores.
Fuentes sindicales añaden que esta ubicación inapropiada incumple «gravemente» la normativa básica en materia de prevención de riesgos laborales. Culpan a la Administración de Xustiza de la Xunta al exponer a un «dobre risco» a los trabajadores y los ciudadanos. Por ejemplo, las cajas colocadas en los pasillos se convierten en un obstáculo en caso de una evacuación de emergencia del edificio porque los usuarios tropezarían al escapar. Y en caso de incendio, el papel, fácil de arder, estaría en medio de los pasillos, que en vez de vías de escape serían «chemineas» y una ratonera para los trabajadores y litigantes atrapados en las oficinas judiciales.
Protección de datos
Otro problema añadido es que estos expedientes fuera de circulación están al alcance de cualquier ciudadano que camine por los pasillos. Es dudoso que alguien se pare a husmear en las cajas, que solo contienen documentación vieja, pero, en todo caso, según el sindicado, incumple la ley de protección de datos. En teoría, nada impide que un ciudadano abra una caja y se lleve un expediente para su casa, y acceda a información privada como los número de DNI, los nombres o las direcciones del domicilio de los litigantes.
El portavoz de AXG-CUT, Pablo Valeiras, también ve un «atentado contra la salud» de los funcionarios y los usuarios.
El problema se remonta a hace años. Cada juzgado de instrucción disponen de un cuarto en los sótanos para almacenar sus pruebas de convicción. Cuando se necesitan para celebrar un juicio, son enviados a los tribunales penales, que los amontonan provisionalmente en los despachos o en los aseos, como ocurre desde hace tiempo en el penal número 1 de Vigo. Las quejas se remontan a hace años pero la falta de espacio frustra una solución.