Cuanto más joven, más a la izquierda

Ángel Paniagua Pérez
Á. Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los populares no llegan ni al 3 % entre los menores de 30; a la Marea le ocurre lo mismo con los jubilados

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El panorama que dibuja Sondaxe tiene una enorme riqueza en matices. No se trata solamente de la holgada mayoría de Caballero y la atonía del PP. La encuesta realizada para La Voz permite conocer a fondo cómo sería el comportamiento electoral de los vigueses si los comicios municipales se celebrasen mañana. En ese cuadro hay un curioso dato que se puede expresar a modo de fórmula matemática: las ganas que los ciudadanos tienen de votar al Partido Popular es directamente proporcional a su edad.

Porque, aunque Abel Caballero se proclamaría vencedor indiscutible en todos los tramos de edad, el PP va recogiendo más votos cuanto más se sube en la pirámide de población. Cuanto mayor es el votante, más probabilidades existen de que se incline a la derecha. Entre los habitantes de la ciudad en edad de jubilarse, los de Elena Muñoz tienen una intención de voto del 20 %, frente al 25 % de los socialistas. Es el tramo de edad donde más cerca se quedan.

Por el contrario, los conservadores no convencen ni al 3 % de los votantes que todavía no han cumplido los 30, lo cual los sitúa por detrás del PSOE, de la Marea y hasta del BNG. Hay incluso más jóvenes dispuestos a votar en blanco que a apoyar electoralmente al Partido Popular. Conque la encuesta demuestra que es cierta la histórica sensación de que los jóvenes son más de izquierdas y que se van templando con los años.

Por eso mismo, a la Marea le ocurre exactamente lo contrario que al PP. Cuanto más se sube en edad, menos papeletas espera recoger la coalición de izquierdas. Mientras el 17 % de los menores de 30 años declaran espontáneamente que los van a votar, como se puede apreciar en el gráfico, el porcentaje va cayendo hasta llegar a solo el 2 % de los mayores de 65.

Aunque ganan en todos los tramos de edad, los socialistas están especialmente cómodos en los intervalos intermedios: las franjas que van de 30 a 44 y de 45 a 64 años. Una de cada tres personas de esos grupos se declara dispuesta a votar al PSOE en Vigo. Ni siquiera sumando los votos de todos los demás partidos se alcanza esa cifra. Hay que tener en cuenta que la intención directa de voto contiene muchos indecisos, porque es el resultado de preguntar al encuestado a qué partido votará, sin más consideraciones.

Los populares han presentado como candidata a una mujer en las tres últimas citas con las urnas. Ahora esperan el doble de votos entre las mujeres -el 12 % del sexo femenino se declara a su favor- que entre los hombres -solo el 5 %-.

En cuanto al Bloque, su tirón electoral entre las personas que superan los 45 es prácticamente nulo. No llega al 2 %. Ese es el grupo de edad que ya podía votar cuando Xosé Manuel Beiras logró, como líder del Bloque, el sorpasso al PSOE de Abel Caballero en las autonómicas de 1997. O sea, ya conoció otro Bloque, previo a todas las rupturas. Según los datos, el actual no le convence, así que el BNG solo gusta entre los que no alcanzan los 45.

El PP remonta ligeramente en el centro

Para analizar el comportamiento electoral de la ciudad, Sondaxe partió Vigo en cuatro zonas: el centro (Areal, Casco Vello, Camelias, Gran Vía), el área de Coia-Bouzas-Castrelos, la zona norte (Teis, Calvario, Lavadores) y la zona sur (Matamá, Bembrive, Beade, Navia, Alcabre, San Miguel). En todas ellas gana Abel Caballero. Eso no es ninguna sorpresa, porque los resultados son tan holgados que, forzosamente, el alcalde tiene que tener tirón en todas partes. Pero le cuesta más en el centro de la ciudad y en la zona sur. Son lugares donde el PP despliega a su electorado. Los populares alcanzan el 12 % de la intención de voto en el centro y casi el mismo porcentaje en la zona sur, que es donde se puso en marcha el nuevo hospital de Vigo, el proyecto estrella del Gobierno de Alberto Núñez Feijoo.

La candidatura está más cómoda en Coia-Bouzas-Castrelos -incluye el entorno de Balaídos, en plena polémica con el celta- y, sobre todo, en el área de Teis y O Calvario, tradicional feudo socialista.

La Marea persigue al PP tanto en el centro de la ciudad como en Coia-Bouzas.