El espíritu celeste inundó la ciudad en un día inolvidable

e. v. pita / M. J. Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Impresionante ambiente por la eliminatoria contra el Manchester. Hoteles y comercios hicieron caja y la imagen de Vigo se proyectó, sin incidentes, a nivel internacional

05 may 2017 . Actualizado a las 13:12 h.

«Do you speak english?». Fue la frase más repetida ayer en Vigo por los diablos rojos, con permiso de la consabida «Afouteza». Los visitantes del Manchester United se dispersaron por el centro de la ciudad para agotar las horas antes de que comenzase el partido de semifinales de la Europa League. Un evento que ha proyectado la imagen de Vigo a nivel internacional En los telediarios de las principales cadenas de televisión se difundieron amplios reportajes sobre el ambiente que vivían los aficionados celestes y británicos ante al Sireno o el Dinoseto, que lucía la bufanda del Celta. Los pronósticos de los ingleses eran optimistas, desde el 0-1 al 1-2. El diario londinense The Guardian, el mismo que definió las Cíes como la mejor playa del mundo, abrió su portada con el partido.

El espíritu celeste se hizo omnipresente ayer en Vigo. Fue una jornada inolvidable y que transcurrió con casi total tranquilidad. A media tarde, la Policía Nacional solo tenía constancia de una pelea entre forofos rivales, una riña que empezó por culpa de un vigués pasada la medianoche en la calle Real, en el Casco Vello. El joven de 27 años y otros individuos no identificados agredieron a un seguidor británico que formaba parte de un grupo de diez personas. La pandilla estaba disfrutando de una noche de ocio cuando fue acosada por los locales. Cerca había un vehículo de la policía y los agentes intervinieron al momento, lo que evitó males mayores. El lesionado declinó la oferta de recibir asistencia médica. El agresor fue identificado y sancionado. No fue detenido porque el hecho no constituyó un delito de lesiones.

La zona cero del ambiente fue el Casco Vello, cuyas terrazas y barras habilitadas para pedir cerveza estuvieron ocupadas por aficionados ingleses. Las mesas de las cafeterías de la Porta do Sol estaban atestadas de visitantes que disfrutaban de buenas vistas a la estatua del Sireno, vestido con una camiseta gigante.

Al juicio vestido de celeste

La camiseta azul celeste se hizo tan omnipresente en la ciudad que se dio el caso de que varios testigos que acudieron a declarar a los juzgados por un juicio penales tuvieron la misma idea de entrar en la sala vestidos con el equipamiento céltico.

A lo largo del día, los bares del Casco Vello y del Paseo de Montero Ríos se llenaron de forofos británicos que bromeaban sentados entre cerveza y cerveza. Se les notaba confiados. Para atraer a los forasteros, algunos restaurantes colgaron el cartel de «Welcome Red Devils» (Bienvenidos, Diablos Rojos) y colgaron carteles con el menú en inglés.

Después de comer, se empezó a caldear más el ambiente. En la plaza de la Colegiata, un grupo de vigueses y otro de ingleses, separados prudentemente por 50 metros, voceaban alegremente sus respectivos cánticos e incluso un seguidor del Manchester, que llevaba sombrero, se puso a bailar en medio de la calle. Una forma de confraternizar.

Los hoteles tuvieron una ocupación media-alta, a pesar de que los 440 británicos que llegaron en dos vuelos chárter en la mañana de ayer se volvieron acabado el partido.

Según el presidente de Asehospo, César Sánchez Ballesteros, el 40 % de las reservas eran de ingleses. Por su parte, Jaime Pereira, de Ahosvi, señaló que la ocupación rondó el 90 % pero que británicos «hubo pocos» porque muchos se marcharon de noche en su vuelo chárter.