Vulcano firma el ferri que garantiza la supervivencia del astillero

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ó. vázquez

Una veintena de auxiliares compartirán la carga de trabajo durante 14 meses

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acabó la espera. Hoy es el día en el que Vulcano garantiza definitivamente su supervivencia, ya que firma el contrato del ferri. Con ese fin están convocadas en Madrid todas las partes: Banco Santander (propietario del buque), Trasmediterránea (armadora), Pymar (asociación que aglutina a los pequeños y medianos astilleros privados), ICO (avalista de la operación) y por supuesto la factoría de Teis. Está previsto que asista también al encuentro, en este caso como observador, un representante de la Xunta que, a la postre, ha sido la gran muñidora para que la construcción terminara saliendo adelante. «Ha sido un soporte importante», reconocen los trabajadores.

La firma supone la vuelta a la actividad del astillero después de más de cinco años sin carga de trabajo. «Esto significa que volvemos a estar en el mercado», señalan desde el comité, conscientes de lo complicado que resulta conseguir un pedido después de tanto tiempo parados. «Es más fácil si los potenciales clientes, cuando visitan el astillero, pueden ver en directo cómo trabajamos», dicen.

Pues bien, a partir de ahora dispondrán de 14 meses para captar nuevos pedidos. Es el plazo de ejecución fijado por Trasmediterránea para la entrega del ferri. Más de una veintena de empresas auxiliares, la mayoría de ellas del entorno de la ciudad, estaban también pendientes de la firma. Son las que van a compartir la carga de trabajo con el astillero. Serán las que aporten el grueso de los trabajadores (unos 300), ya que la plantilla de Vulcano no ha parado de achicarse desde que en el 2011 entró en concurso de acreedores tras entregar el último barco.

Con una media de edad que ronda los 50 años, se ha producido un goteo de jubilaciones que ha dejado reducida la nómina a 80 personas de las 130 con las que contaba entonces. Confiados tanto la dirección como los trabajadores en que la venta era cosa hecha -aunque el tiempo ha demostrado que no lo estaba tanto-, en diciembre renunciaron a encadenar más expedientes de regulación y están todos trabajando desde el primero enero. Un adelanto de la Xunta permitió abonar hace dos semanas una de las tres nóminas que se les adeudaban, ya que no había dinero en la caja.

La plantilla había lanzado un SOS a la Xunta para cobrar los salarios, pero el adelanto no llegó hasta que el ICO no confirmó que avalaba la operación. Dicha confirmación se produjo después de una reunión de urgencia celebrada en Madrid el pasado 9 de marzo, en la que las partes lograron un principio de acuerdo sobre la financiación que, en definitiva, era lo que mantenía bloqueado el contrato.

El buque, de 139 metros de eslora, contará con capacidad para 1.500 pasajeros. Dispondrá de 52 camarotes. Tendrá también más de 2.500 metros lineales de zona de aparcamiento para vehículos.