Una Vig-Bay con acento portugués

Xosé Ramón Castro
x. r. castro BAIONA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Nuno Costa y Clarisse Cruz ganan con autoridad una edición que contó con 5.000 participantes

03 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La presencia portuguesa siempre ha sido un clásico a lo largo de las 18 ediciones de la Vig-Bay. En el palmarés de la prueba aparecen reflejados triunfos lusos tanto en hombres como en mujeres, pero el pleno nunca se había dado hasta ayer. Además, de un modo incontestable. Con Nuno Costa demostrando su nivel haciendo añicos la carrera a falta de cuatro kilómetros y privando a Lolo Penas de convertirse en el primero en ganar cuatro veces la media maratón más populosa de Galicia, y con Clarisse Cruz gobernando a su antojo la clasificación femenina desde el ecuador de la prueba. Tan solo le inquietó la debutante Sandra Mosquera, que abandonó la pista por un día para sumergirse con éxito en el mundo del fondo.

Las cartas estaban marcadas en la carrera masculina. Con un ritmo lento en los primeros kilómetros, solo una sucesión de ataques a lo largo del recorrido podrían impedir a Lolo Penas poner en práctica su demoledor final. El arzuano dejó gobernar a Rubén Diz durante los primeros kilómetros, pero sin despegarse del ourensano y fijando su mirada en todo momento en Nuno Costa, atleta del San Paio de A Estrada afincado en el área de Compostela, internacional portugués y que domina a la perfección la distancia. A mitad de carrera comenzaron las escaramuzas. Lolo respondió a los primeros cambios de ritmo pero en el 17 el portugués pegó un cambio bestial que ya no encontró respuesta en sus opositores. Entonces el campeón de las dos anteriores ediciones tiró de experiencia. Si el triunfo se ponía imposible, lo mejor era guardar el segundo puesto. Por eso se emparejó con Rubén Diz hasta que a falta de 500 metros decidió dar un hachazo para entrar segundo. 49 segundos después del ganador (que invirtió 1h 07m 50s), que ya le estaba esperando para darle un abrazo. Acto seguido cruzó la meta el limiano.

La carrera femenina también habló portugués de principio a fin. Clarisse Cruz, novena en los 3.000 obstáculos en los Juegos de Londres 2012, reguló durante la primera parte del recorrido y cuando en el kilómetro 10 comprobó que no había ninguna rival femenina en un buen puñado de metros, decidió controlar la carrera para llegar a la línea de meta en solitario con un tiempo de 1h 19m 48s.

Por detrás venía apretando Sandra Mosquera, una clásica del 1.500, que había comenzado a hacer sus pinitos en la ruta y que se animó a correr su primera media maratón como un entrenamiento de calidad. Sin embargo, se sintió con fuerzas en la segunda parte del recorrido y fue recogiendo cadáveres. Primero a Paula Mayobre, que no tuvo su mejor día, y después a Raquel Suárez, a la que le arrebató el segundo puesto por un margen de 13 segundos.

Pero más allá de los grandes duelos, la Vig-Bay volvió a ser una expresión de atletismo popular. En un día perfecto por el sol y el poco viento para afrontar una media maratón por la costa, 4.835 atletas tomaron la salida en Samil y a lo largo de los 21 kilómetros encontraron el respaldo popular. La mejor manera de celebrar la mayoría de edad.