Flechazo con las «bakeries» de Nueva York

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La joven profesora María Rodríguez iglesias se fue a la Gran Manzana y regresó con la misión de trasladar a casa el arte dulce

03 abr 2017 . Actualizado a las 18:47 h.

La repostería creativa es un arte que alcanzado una excelencia que podría abochornar a escultores tan poco desenvueltos como el autor de la escultura de Cristiano Ronaldo para el aeropuerto de Madeira. Al hilo de la puesta en valor de las extraordinarias elaboraciones de confitería han surgido cientos de propuestas. «Es un mercado muy competitivo», reconoce María Rodríguez Iglesias, una gondomareña afincada en Vigo inmersa en ese mercado, creadora de la marca Sugar Hill Cupcakes, que ha logrado fidelizar en tres años a una legión de fieles que siguen sus trabajos por Internet, a través de su web y en Facebook.

La joven hizo la carrera de Magisterio y la didáctica es una faceta que no descarta. «Soy maestra, pero desde pequeña siempre me ha gustado. Me dedicaba a hacer repostería tradicional con mi tía Loli, que es la mejor del mundo». Eso quedó ahí, latente. Hace unos años y debido a que laboralmente la docencia estaba complicada, retomó aquella afición que coincidió con la nueva tendencia llegada de las bakeries americanas. Tras un viaje a Nueva York en el que pudo sumergirse en aquel mundo de azúcar y creatividad a lo grande, el hobby pasó a ser algo serio. «Me volví loca y decidí que quería hacer lo mismo aquí», reconoce.

Hay un antes y un después de su visita a la primera bakery que había visto en su vida. Estaba en el barrio de Sugar Hill (Harlem) y dio nombre a su proyecto. Otra posterior visita a la tienda de Eleni’s Bakery en el Chelsea Market del Soho reafirmó su nueva vocación y a su vuelta comienza su andadura a nivel profesional. A lo que ya sabía añadió una dedicación intensiva a la repostería, investigando las técnicas de maestros internacionales y nacionales como Bea Roque o Alma Obregón, sumando horas de estudio y de práctica hasta alcanzar la perfección. «Me interesaba cambiar ciertas cosas, porque en mi opinión las elaboraciones de este tipo suelen ser demasiado dulces. Yo huyo de lo empalagoso, me gusta trabajar con menos azúcar y aligerar las recetas para que no sean tan pesados, por eso busco los productos más naturales, aunque es inevitable el uso de los colorantes alimentarios de la pasta de fondant para modelar figuras». Aunque hace virguerías, confiesa que la tarta que le gusta más es la de zanahoria con nueces y crema de queso, que es también una de las preferidas por su clientela. Pero la repostera se adapta a lo que le piden e incluye en sus recetas ingredientes no tan típicos, como la cerveza Guinness. Pero lo que más le satisface de su trabajo es que la gente se quede contenta con su trabajo, como cuando hizo una tarta con forma de tráiler para un camionero que se jubilaba o como gran celtista que es, las que realizó para los exjugadores celestes Radoja y Nolito.

El precio medio de una de sus tartas ronda los 50 euros, aunque las horas que le lleva cada pedido no las cuenta en las facturas porque si no, no vendería nada.

A pesar de la competencia, María cree que la moda de los cupcakes y la repostería creativa aun tiene un largo recorrido y mucho por ofrecer. La tendencia ha dejado atrás a muchas propuestas sin consistencia despejando un poco el panorama. «Cada vez salen nuevas técnicas que aquí no han llegado y cosas que nadie hace, como los cronuts o las tartas ingrávidas», explica.

Aunque a día de hoy Sugar Hill funcione como tienda online sin establecimiento físico en su ciudad, tener un local en Vigo es la meta por la que lucha y espera cumplir en un futuro próximo. Le ahorraría muchos dolores de cabeza porque según cuenta, no ha encontrado ni una empresa de mensajería que acepte hacerse cargo de pedidos de repostería. «No hay nadie. Desde luego, quien decida hacerlo se va a forrar porque hay cantidad de empresas como la mía que tienen que rechazar ventas o llevarlas ellos mismos y a veces no compensa», dice añadiendo que tiene un encargo en Madrid que llevará en persona, en su furgo adaptada.