El Gobierno achaca la pérdida de cruceros en Vigo al precio del combustible

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

m. moralejo

Sostiene  que las navieras han cambiado las rutas con el sur de Inglaterra para ahorrar

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo acaba de iniciar la peor temporada de cruceros que vivirá en diez años y el Gobierno central tiene una explicación. La caída de escalas no se debe a la gestión de la propia Autoridad Portuaria sino que tiene su origen, sobre todo, en el incremento del precio del combustible. Es la respuesta que ha dado el Ejecutivo en el Congreso a preguntas de la diputada socialista por Lugo, Margarita Pérez Herraiz.

Este año visitarán la ciudad 73 trasatlánticos (once menos que en el 2016) y unos 150.000 pasajeros (20.000 menos que el año anterior). La tendencia sigue a la baja, teniendo en cuenta que la media del último lustro ha estado en las cien escalas y los 215.000 pasajeros.

El Gobierno sostiene que la situación es coyuntural debido fundamentalmente a la reestructuración de las rutas llevada a cabo por varias compañías armadoras, en especial por aquellas que operan tráficos entre el sur del Reino Unido y la costa norte de España. Esa reestructuración, provocada por el importante aumento del precio del fuel, se traduciría en nuevas estrategias en el diseño de rutas con ajustes en los días de navegación con el objetivo de ahorrar. Como consecuencia, la distancia tradicionalmente estratégica del puerto de Vigo como escala inmediatamente anterior o posterior a Southampton resultaría menos favorable debido a la menor velocidad de los buques. La medida beneficia, según el Gobierno, a A Coruña por encontrarse más próxima al puerto inglés, del que salen la mayoría de los viajeros.

Otra causa del descenso de escalas en Vigo sería la apuesta de las navieras en los últimos años por el mercado asiático. Las principales operadoras han desplazado sus mayores buques hacia esos países. Este factor afectaría también de lleno a Vigo, que por sus condiciones de puerto natural resguardado y seguro está especializado en recibir a los trasatlánticos de más eslora y capacidad del mundo, como el Oasis of the Seas y el Harmony of the Seas. Ambos recalaron en los dos últimos años en el puerto vigués.

Estos dos argumentos que emplea el Gobierno central coinciden, en buena medida, con las explicaciones que ha dado el presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga. En la respuesta parlamentaria, se apunta una tercera: la necesidad de las navieras de variar las escalas para hacer más atractiva su oferta a la potencial clientela que quiera descubrir otras ciudades.

Una de las ventajas del puerto vigués sigue siendo que atrae a las mejores navieras con grandes buques de entre 290 y 340 metros de eslora, frente a instalaciones, como las de Leixões, en Oporto, donde la mayoría de las embarcaciones son de menores dimensiones.

Entre los mayores cruceros que visitarán la ciudad este año figuran el Britannia, de la consignataria P&O Cruises, el MSC Meraviglia, el Navigator of the seas y un clásico como el Independence of the seas.

Recado al Concello y a la Xunta para que lancen campañas comerciales

El Gobierno destaca la gran influencia que tienen las campañas comerciales sobre el atractivo turístico de cada región de influencia para la captación de cruceros. Advierte que en estas iniciativas deben participar de forma activa todas las administraciones implicadas en ese interés común. Concreta que la implicación no debe partir solo de los organismos estatales, como sucede con los puertos de Vigo y A Coruña, que ya lo hacen, sino también a nivel de organismos autonómicos y, sobre todo, locales.

Pese a que este tráfico, por sí mismo, resulta deficitario, el Gobierno central es consciente de las repercusiones que en términos económicos, sociales y de imagen tienen los cruceros para las ciudades portuarias. Este es el principal motivo de que los puertos inviertan en la construcción y mejora de infraestructuras e instalaciones para facilitar la estancia de los trasatlánticos y de sus pasajeros. Además, con el fin de ofrecer servicios más competitivos y atractivos a las navieras, ponen en marcha instrumentos como las bonificaciones a las tasas y tarifas portuarias hasta los máximos que la ley permite, lo que abarata costes de forma significativa.

Sobre la gestión realizada desde el puerto de Vigo, el Gobierno la considera correcta, ya que, dice, realiza un intensa labor de promoción comercial del tráfico de cruceros y destina porcentajes importantes de sus presupuestos a visitas a las armadoras y a participación en ferias internacionales, así como a foros específicos del sector con la intención de atraer al máximo posible de buques.