La gracia está en la carta

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

xoán carlos gil

El hostelero vigués logra integrar en su local y el anexo sus tres pasiones: la cocina, el rock y el cine

20 mar 2017 . Actualizado a las 11:03 h.

Que en la carta de un restaurante no importa tanto la estética como que lo que llegue a la mesa esté delicioso es evidente. Pero también es cierto que si el listado de productos está hecho con tanta gracia que puede arrancarte una sonrisa o ponerte de buen humor, también tiene su importancia.

Así lo entiende Aquiles Martínez, un hostelero que hace cuatro años puso en marcha junto a un socio que ya se fue, el mesón Ben Feito, su primer negocio frente al mercado de Teis (Purificación Saavedra, 6). Como su pasión es la cocina y el rock & roll, ha apostado por integrar ambas filias en su espacio laboral y ha ido un paso más allá, porque además de una decoración que ya se advierte en la fachada, de la que cuelga la reproducción en madera de una guitarra eléctrica, la afición se cuela en la lista de platos. Deep Purplo (pulpo á feira con patatas), Joe Croker (croquetas caseras de carne con patatas paja), Star-Tar Buck (tartar de lubina, salmón ahumado y guacamole), Magro de Oz (estofado de ternera, cerdo, verduritas y setas), Pink-Chos Floyd (mini pinchos morunos con patatas), Pez Zeppelin (bacalao fresco a la gallega con cachelos y guarnición), Meji-Jon Bon Jovi (mejillones al vapor, vinagreta y tigre), Mark-Tiño Knopfler (martiño con cachelos y ensalada), Pan Morrison (tostas de ternera al mencía con patatas paja) o Gunlas and Roses (ensalada templada de gulas ajillo y gambas) son algunas de las potentes especialidades.

«Lo bueno es que además, todo está hecho con materia prima de calidad y con cariño, porque a mí meterme en la cocina me encanta», asegura este vigués, que como heredó el nombre de su abuelo y de su padre, le llaman Aquiles III. Pero fue con su abuela con quien aprendió a manejarse en los fogones, metiéndose en la cocina con ella desde muy pequeño para ayudar y aprender.

El hostelero, que cuenta con el apoyo de su mujer, Sandra Goberna, para poder atender todos los flancos del negocio, está siempre dándole vueltas a los juegos de palabras y no cesa de parir propuestas culinarias con sentido musical. «Entre las que han calado más está el Arroz Stewart, el entrecot Bon Scott o los Andrés calamares», reconoce. Con algunos logró hasta premios, como el del concurso de tapas de Teis hace dos años con su Chipi Rolling.

La inventiva también tiene mucho que ver con el menú del día. El profesional lo plantea dependiendo de lo que haya en el mercado o en lonja cada jornada, «por eso casi no me invento nombres para los pescados, excepto en el caso del Pez Zeppelin, que es el único que está fijo en carta», explica. «A mí me motiva también poder ofrecer a mi clientela buenos productos a precios asequibles, poniendo, por ejemplo, marisco en el menú y poder tomarse unos percebes de vez en cuando», asegura.

El local era antes un mesón clásico del barrio y al hacerse cargo de él, heredó buena parte de una clientela que prefiere la mitad delantera del local para el tapeo y los vinos, zona en la que conserva una decoración más enxebre. Pero la intención de Aquiles es que el rock lo inunde todo. También la música en directo, que al principio formaba parte de la oferta con conciertos de vez en cuando. «Pero el sonido molestaba a los vecinos y por ahora no podemos hacer nada», reconoce.

En el Ben Feito también disponen de vinos y cervezas oficiales de grupos de rock, ediciones limitadas de bandas como Kiss, Rolling Stones, Pink Floyd o AC/DC, grupo que está entre los favoritos de Aquiles. junto a Metallica e Iron Maiden. «A los tres he tenido el placer de verlos en directo», relata. Anexo a su mesón rockero está el restaurante Versión Original by Kiles, que se llama así desde que él se hizo cargo del local que en tiempos fue un famoso negocio culinario: La Oca.

Aquel acogedor establecimiento es donde él ha dado rienda suelta a su otra pasión, que es el cine, afición por la cual sus hijas llevan nombres de referencie cinéfila (Elora, como la niña de Willow y Arwen, como la de El señor de los anillos.

Allí tiene espacio para comidas y cenas bajo reserva previa en un ambiente de película con réplicas gigantes de las estatuillas de los premios Oscar, homenajes a El Padrino con la reproducción de la clásica metralleta de mafiosos y muchos otros detalles.