Cuatro médicos del Hospital Álvaro Cunqueiro utilizarán sus vacaciones para participar en una campaña de la oenegé Zerca y Lejos
09 mar 2017 . Actualizado a las 12:50 h.Cuatro médicos del Álvaro Cunqueiro de Vigo cambiarán durante quince días sus condiciones de trabajo entre batas blancas por otras en las que el color es lo de menos. Son Manuel Martínez, Denis Pereira, Pilar Aguirre y Marcos Prada. Excepto este último, que es cirujano pediátrico, el resto ejerce como anestesista. El 8 de abril viajarán a Camerún para destinar parte de sus vacaciones a la campaña de cirugía de la oenegé Zerca y Lejos, declarada de utilidad pública en el 2011.
A dos de ellos no les pillará por sorpresa el escenario africano, al ser este el segundo año que se embarcan como voluntarios en el proyecto humanitario. «Buscaban urgentemente anestesistas para cirugía pediátrica y nos fuimos Denis y yo. La experiencia fue muy dura y muy buena, son personas necesitadas. Atienden a toda la población, pero sobre todo, a la pigmea baka», explica Manuel Martínez.
Se trata, dice, de auténticos olvidados que vivían de la caza y la recolección entre la República Centroafricana, Congo y Camerún y que se han visto obligados a hacerse sedentarios. «Son los parias del planeta. Ni siquiera son cameruneses, ni tienen ningún tipo de derecho. Alguna vez se intentó traer un niño y fue imposible, son apátridas. A través de las actuaciones en educación y a raíz de demostrar que habían ido a la escuela, se han conseguido los papeles para algunos», apunta el médico vigués.
No son grandes intervenciones las que llevan a cabo porque no podrían hacer un seguimiento, pero sí muy necesarias y eficaces. «Lo que más operamos son hernias en los niños, algo que a simple vista podría parecer banal, pero que si no se actúa podría complicarse», dice.
En realidad hacen un poco de todo, tumores, labios leporinos... y todo lo que se encuentren y que puedan intervenir con los medios que tienen a su alcance. El año pasado la oenegé hizo una estructura con dos salas convertidas en quirófanos. En esa ocasión se hicieron 110 intervenciones de cirugía pediátrica a 68 niños.
«Es como ejercer hace cuarenta años. No tenemos máquinas de anestesia, son unos monitores rudimentarios. Todo es muy rudimentario e improvisado sobre la marcha», relata de nuevo Manuel.
Tampoco existen historiales, ni se conocen los grupos sanguíneos y alergias, lo que les obliga a trabajar casi a tientas. «Allí haces una historia actual, no hay anterior. Si hace falta sangre le miramos el grupo sanguíneo y buscamos alguien de su familia. Vives una situación compleja». Todavía recuerda a un bebé que llegó con hidrocefalia y no podían operar. Pusieron dinero de su bolsillo y lo enviaron a la capital, pero como el cirujano iba solamente una vez al mes, el bebé se murió. Una cirugía en Camerún les cuesta el sueldo de un año.
Sobre el resultado de la campaña del año pasado comenta que fue todo muy bien y quedaron encantados. Lo más difícil de olvidar es cuando ven bajar a la gente en autobuses que llegan desde diferentes puntos del país para ser operados. «Son un saquito de huesos, es gente muy necesitada», dice el profesional del Cunqueiro. Para suplir la falta de material, llevan todo lo que pueden de España y algunos de los aparatos regresan con ellos para evitar su deterioro.
Tampoco la vida para los profesionales es de color rosa. El agua de la ducha de su casa de Vigo la sustituyen por la de lluvia recogida de los tejados. Si se acaba, pues a esperar que vuelva a llover.
Para beber y cocinar recurren a los pozos que ha ido construyendo la oenegé Zerca y Lejos. Como el suministro de energía eléctrica llega con mucha dificultad, utilizan un generador.
Mañana organizan un cóctel benéfico en Samil para recaudar fondos con destino a material y medicinas
Para recaudar fondos destinados a la compra de material médico, medicación y el transporte a la selva camerunesa, los facultativos vigueses organizan un cóctel mañana en el Beach Club Marina Cíes del paseo de Samil. Será a partir de las 19.00 horas y en él colaboran, además del citado local, la Fundación Celta, las bodegas Villanueva y la imprenta Foro Gráfico. Contará con la presencia de jugadores del Celta y con la actuación de la artista viguesa Carmen Rosende, además de otras sorpresas que se reservan. El donativo, de 25 euros, dará derecho al cóctel y a pinchos y se destinará íntegramente a la campaña en la región de Bengbis, de ahí que los voluntarios pidan la máxima colaboración.
La organización Zerca y Lejos se creó en Madrid en el 2001 con el objetivo de dar apoyo a una de las regiones rurales más empobrecidas del sur de Camerún. Durante los últimos años ha extendido su actividad a otras poblaciones necesitadas del país como son las de la zona sureste y norte, en manos de Bok Haram.
En la actualidad la actividad de la oenegé se desarrolla en torno a cuatro planes estratégicos: salud, educación, habitabilidad básica e infraestructuras, y autonomía y derechos humanos.
La actividad de los cuatro doctores del Cunqueiro se incluye en el de salud. Este plan comprende cinco centros de atención primaria, higienistas dentales, protésicos, agentes de salud, campañas de vacunación y educación sanitaria. Durante la campaña quirúrgica anual se intervienen a más de 250 pacientes, que de otro modo no tendrían acceso a las operaciones. De esta forma no solo se impiden decenas de muertes, sino que se intenta mejorar la calidad de vida.