Caballero asume el bloqueo del Área: «El gobierno metropolitano no volverá a reunirse»

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

El alcalde toma la decisión en vísperas de que el juez decida sobre la suspensión cautelar solicitada en enero por la Xunta

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El anuncio hace unas semanas de la Xunta de que iba a pedir la suspensión cautelar del Área Metropolitana en apariencia no provocó temor. Abel Caballero y otros siete alcaldes de izquierda insistieron en que el nuevo ente iba a seguir funcionando. Fue el discurso mantenido durante estas semanas, hasta que ayer se optó por reconocer lo inevitable.

El regidor vigués, también presidente del Área, anunció que propondría «al resto de los alcaldes que no volvamos a reunirnos como gobierno ya que la Xunta lo está imposibilitando». Aludía a los titulares de Cangas, Moaña, O Porriño, Gondomar, Salceda, Fornelos y Nigrán, todos ellos de PSOE, BNG y próximos a Podemos que le han respaldado en su enfrentamiento con la Xunta

En la hipótesis de que el recurso autonómico para suspender cautelarmente el Área sea aceptado por el juez la medida no tendrá virtualidad una vez atendida de forma preventiva. Si el resultado es negativo para el Gobierno gallego, en la práctica tampoco podría funcionar el Área Metropolitana pues la Consellería de Presidencia se ha negado a inscribirla en el registro de entidades locales y tampoco acepta la propuesta de Caballero de nombramiento de interventor y secretario provisional, que ocuparían los del Concello de Vigo.

La decisión definitiva tendrá que esperar aproximadamente dos años, hasta que la sentencia que dicte el juzgado llegue al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Pero para entonces estarán al caer las elecciones municipales del 2019 o incluso ya se habrán celebrado, lo que convierte el mandato actual en tiempo perdido para impulsar el Área Metropolitana.

«No estar inscritos y carecer de funcionarios nos imposibilita para tomar decisiones», afirmó ayer Caballero. Sin embargo, hasta ahora la posición oficial era la contraria y el gobierno reducido de 8 alcaldes (sin los 6 del PP) celebró sendos encuentros a finales de enero y de febrero para impulsar un plan de actuación.

En ese momento contaban con poder actuar en materia de turismo, cultura, urbanismo o seguridad independientemente del boicot decretado por la Xunta, tesis que se ha desmoronado.

Defunción

La decisión del alcalde vigués fue inmediatamente cuestionada por la portavoz del PP. «Caballero nunca creyó en el Área y lo único que le interesa es la confrontación permanente con la Xunta y salir en la foto». Para Elena Muñoz, la clave del proceso es «la prepotencia de un alcalde, del que sabíamos que no tenía ningún espíritu metropolitano, pero hoy sabemos algo más: ha dado un golpe de muerte al Área, ha firmado su acta de defunción y los vigueses nos sentimos estafados».

Respecto a las reuniones mantenidas estos dos meses, la dirigente popular recalca que estaban vacías de contenido «y no tenían sentido», señaló.

El regidor vigués ofrece un Vitrasa más barato a los concellos de izquierda

Vigo seguirá sin integrarse en el transporte metropolitano, pero los siete concellos que han apoyado a Caballero en su pugna con la Xunta tendrán premio. Según explicó ayer el regidor vigués, propondrá a todos ellos la firma de un convenio bilateral que dará derecho a sus vecinos a viajar en Vitrasa en condiciones preferenciales.

En concreto, con la opción de realizar transbordos en el transporte urbano vigués a precio reducido (0,87 euros en lugar de 1,34 del billete ordinario), pero solo para un viaje a la llegada y otro de regreso. El requisito es que se acerquen a Vigo en transporte público (buses con carácter general y desde Moaña y Cangas también en transporte de ría).

Esta oferta es la que Caballero ha tenido sobre la mesa durante estos meses para incorporar a Vigo en el transporte metropolitano, que la Xunta rechaza ya que en ese caso Vigo sería una excepción en el funcionamiento de un servicio de carácter gallego.

Lo que no detalló el alcalde es la aplicación técnica del sistema. Sugirió que Vigo ofrecerá una tarjeta a los interesados, que usarían en paralelo a la autonómica para el transporte metropolitano.

Obviamente, de esta oferta quedan excluidos los residentes en los seis municipios del PP, que se han alineado con la Xunta en este conflicto. Los vecinos de Redondela y Mos serán los más afectados por su proximidad a Vigo, pero también los de Baiona, Pazos de Borbén, Salvaterra y Soutomaior. En total, unas 80.000 personas que siempre que se suban a un Vitrasa tendrán que abonar el billete ordinario.

«La Xunta no ha mostrado vocación, deseo, interés en cumplir el convenio. Lo único que quiere es que pague Vigo todo y por eso hemos decidido dejar sin vigor el convenio», precisó Caballero.

Este pacto fue firmado el 6 de julio pasado por Feijoo y Caballero, y en su momento se consideró el paso definitivo para poner en marcha el Área. Sin embargo, cada parte lo ha interpretado de una forma y, ante el desacuerdo, la Xunta ha recurrido el ente metropolitano ya que la ley aprobada este verano establece que sin transporte comarcal no puede funcionar.

Palabra incumplida

Desde la Consellería de Infraestruturas se valoró esta decisión como la confirmación de que «Caballero non cumpre coa súa palabra, nin cumpre os convenios que asina con outras administracións. Admite tamén o engano, xa que as normas do plan de transporte metropolitano son claras, únicas e homoxéneas en toda Galicia», explicó un portavoz autonómico

Como consecuencia, «os vigueses seguirán a pagar 400 euros máis ao ano nos seus desprazamentos en transporte público que os cidadáns de A Coruña ou Santiago», concluyó.