Vigo duplica las licencias de A Coruña a pesar de la suspensión del Plan Xeral

Xosé Gago / j.fuentes A CORUÑA, VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

PITA

Al menos hasta el 2020 no se normalizará la situación urbanística en la ciudad

01 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Vigo tramitó el año pasado 567 licencias de obra mayor, una cifra muy superior a la registrada en A Coruña, donde se llevaron a junta de gobierno un total de 243 permisos, menos que días hábiles tuvo el año. Es la mitad que en la ciudad olívica a pesar de que ambas urbes comparten el papel de motor económico de Galicia y tienen una población comparable, con 292.817 habitantes en Vigo por 243.971 en A Coruña.

Pero la cifra de licencias tramitadas el año pasado por el gobierno coruñés tampoco es comparable con sus propias marcas en ejercicios anteriores. En el 2012, el primer año completo del anterior gobierno local, Urbanismo llevó a junta de gobierno 430 permisos, un 80 % más que en la actualidad.

En el caso de Vigo, el resultado tiene cierto mérito ya que la ciudad se encuentra en una grave situación debido a la anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) por el Tribunal Supremo. Debido a ello, ha recuperado su vigencia el plan de 1993, a estas alturas ampliamente desfasado.

A fin de que no colapsar la escasa actividad constructora que permite la crisis económica, la Xunta aprobó una ley para tramitar proyectos públicos no previstos en el Plan Xeral, lo que ha permitido tramitar la ampliación de Citroën. También se ha buscado una vía para conceder licencias privadas que quedaron bloqueadas por la suspensión.

En lo relativo a la crisis económica, cabe recordar que el 2012 fue el año más duro en Galicia. Los autores del informe Ardán, que encarga la Zona Franca de Vigo y considerado la biblia empresarial de Galicia, consideraron que aquel año «la recesión tocó fondo» en una comunidad castigada por la caída de la producción industrial y el aumento del paro que ya se habían disparado en el año previo.

Frenazo coruñés

Pero tanto en aquel ejercicio como en el 2011, que también estuvo marcado por un fuerte deterioro de la economía, en A Coruña se superaron con creces las cifras de trámite de licencias registradas en el 2016 o en la segunda mitad del 2015, tras el cambio de gobierno municipal.

La tendencia a la baja se mantiene en el arranque de este año, en el que se tramitaron 35 licencias frente a las 55 que se dieron en el mismo período del año 2013.

Los empresarios coruñeses consideran que el problema en la ciudad no es de falta de demanda o de que continúe la recesión, ya a principios del 2016 criticaron la lentitud del departamento de Urbanismo, y en las últimas semanas han reiterado sus quejas, exigiendo al gobierno local que rectifique su política por el riesgo de que la ciudad pierda el tren de la recuperación.

Una situación que no se plantea en Vigo, donde la escasa actividad existente (pese a duplicar las licencias de A Coruña) nada tiene que ver con lentitud en la tramitación. En la ciudad olívica el problema mayor en estos momentos es la elaboración de un nuevo Plan Xeral, que el gobierno de Abel Caballero ha decidido realizar con medios propios. Sin embargo, a estas alturas el plazo previsto es de 3,5 años, lo que aplaza la normalización urbanística.

En A Coruña, la asociación provincial de empresarios de la construcción Apecco ha advertido que la ciudad ha pasado de la «desaceleración» del 2011 a una situación de «parálisis total» en materia de obra pública, y ha advertido que el empleo dentro de ese sector «está en situación crítica».

El gobierno coruñés ha negado la veracidad de los datos ofrecidos por esas entidades, pero no ha hecho públicas las cifras detalladas, aunque el edil Xiao Varela ha señalado que solo 15 días de septiembre del 2016 tramitaron 217 expedientes de licencia.

Además, tanto él como el alcalde, Xulio Ferreiro, han responsabilizado a los empresarios de los problemas en el área de Urbanismo, señalando que algunos de ellos «non están facendo as cousas ben» y por eso se retrasan los trámites.

Pese a que las cifras de Vigo sean menos malas que las de A Coruña, la anulación del Plan Xeral ha tenido consecuencias negativas importantes. De entrada, megaproyectos como Porto Cabral, para construir el mayor centro comercial de Galicia, o el Barrio del Cura, para recuperar la zona más deteriorada del Casco Vello, quedaron bloqueados y nadie sabe cuando volverán a estar sobre la mesa.

En cambio, la ley de la Xunta pensada para Vigo permitirá seguir adelante con la construcción del edificio de Thom Mayne sobre la estación del AVE incluyendo la terminal de autobuses anexa.