El pleno debatirá el futuro de Balaídos ante la insistencia de Mouriño en hacer otro estadio

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El PP reclama la comparecencia del presidente del club, que mantiene su amenaza de construir un nuevo estadio

01 mar 2017 . Actualizado a las 20:02 h.

El alcalde vigués ha mantenido varias reuniones en los últimos meses con el presidente del Celta para debatir el futuro de Balaídos, pero este no se despeja. Carlos Mouriño mantiene su deseo de adquirir el estadio municipal, opción que Abel Caballero se niega siquiera a considerar. Además, el dirigente del club ha mantenido encuentros con los dos grupos de la oposición por el mismo motivo. De ellas no ha salido acuerdo alguno, pese a lo cual el accionista mayoritario del Celta decidió finalmente no vender pese a tener encima de la mesa una oferta de 93 millones euros de un grupo chino.

De otra parte, las obras de reforma en profundidad del estadio se encuentran muy avanzadas, aunque el club ha quedado forzosamente al margen de los trabajos por decisión municipal y no parece satisfecho con el resultado.

En estas condiciones, el PP reclamó ayer la celebración de un pleno extraordinario con el objetivo de «instar ao goberno municipal e ao alcalde a garantir a permanencia do Real Club Celta na cidade». En dicha sesión intervendría primero Mouriño, si acepta la propuesta, y después el alcalde, a fin de que queden claras las posiciones de ambos antes de que hablen los grupos de la oposición.

La principal discrepancia, a tenor de la comparecencia del presidente del Celta este mismo lunes, es la pretensión de Mouriño de comprar el estadio a fin de dotar de patrimonio al club y fortalecerlo. Caballero se niega en redondo. El PP, por su parte, defiende una concesión administrativa que dé mayor margen de maniobra al Celta sobre una instalación que utiliza en exclusiva. El tercer grupo municipal, Marea de Vigo, es el más crítico con el gasto de dinero público en beneficio de una sociedad privada como el Celta.

Preocupación

El PP esperó a que Mouriño anunciara públicamente que no iba a vender su paquete de acciones (66 %) y por tanto el control del club. De acuerdo con el reglamento del pleno, el alcalde debe celebrar la sesión antes de que transcurran quince días hábiles. Por tanto, antes del 21 de marzo.

Los populares no entienden el silencio que mantiene Caballero sobre este asunto. Lo ven «preocupante, ya que no ha puesto sobre la mesa ninguna solución ni alternativa real». La concesión administrativa que defiende el PP le daría al club capacidad para tomar decisiones.

Tribuna esta reformada, Río acabará en seis meses y las otras gradas, sin fecha

Los debates sobre el futuro de Balaídos se producen cuando la instalación deportiva se encuentra inmersa, desde enero del 2015, en un proceso de rehabilitación que camina con retraso. Aunque en su inicio se barajó como fecha de culminación agosto de este año, a lo más que aspira el gobierno local es a tener en dicha fecha concluidas la grada de Río más la de Tribuna, que prácticamente lo está ya en estos momentos. En cambio, Marcador y Gol seguirán pendientes y sin financiación ya que Abel Caballero no ha conseguido involucrar al Consorcio de la Zona Franca para que construya un párking bajo la primera de ellas y financie su reforma.

Por tanto, concluir los trabajos llevará al menos uno o dos años más, y eso siempre que el Concello disponga de financiación. Los cálculos iniciales cifraron la recuperación del estadio en unos 30 millones de euros, dinero que está saliendo en más del 90 % de las arcas municipales y de la Diputación de Pontevedra, por partes iguales. La excepción son algo más de 2 millones que aportó el Real Club Celta para la primera actuación, la consolidación de la estructura de la grada de Río. Respecto a Marcador, el alcalde demandó a Zona Franca una inversión de poco más de 5 millones de euros, que irían destinados a tirar la estructura y reconstruirla más cerca del terreno de juego. Posteriormente la cifra se duplicó ampliamente con el fin de incorporar en su interior un aparcamiento, que se utilizaría para la plantilla de la factoría de PSA Peugeot-Citroën a diario y para el propio Celta los días de partido. Respecto a Gol, el alcalde aseguró que buscaría la implicación de una empresa privada.

Como no logró un acuerdo con la delegada del Estado en Zona Franca, Caballero ha retrasado desde julio pasado la aprobación del presupuesto del consorcio vigués, en medio de un enfrentamiento político. Después de tantos meses, finalmente las cuentas saldrán adelante en la mañana de hoy, aunque el regidor no quiere dar el visto bueno a la cesión de los terrenos de la ETEA a la Universidad de Vigo para la construcción del Campus do Mar. Es la primera vez que no existe consenso en la Zona Franca y que se retrasan tanto sus cuentas anuales.