La importancia de la información de proximidad

Teresa Pedrosa Silva

VIGO CIUDAD

CEDIDA

27 feb 2017 . Actualizado a las 13:05 h.

Como en toda sociedad que acumula siglos de historia, la comunicación local o de proximidad es una realidad profundamente arraigada en Galicia. Aquí, de viejo, ya se practicaba lo que actualmente se denomina como «periodismo participativo», que no es otra cosa que el acto de un grupo ciudadano de recoger, analizar, reportar y difundir información. Si más formalmente nuestra prensa local comienza a desarrollarse una vez que nacen las primeras publicaciones periódicas y experimenta momentos de gran expansión a finales del XIX, es en los años de la 60, en el momento en el que La Voz supera los 50.000 ejemplares de tirada diaria, cuando se lanza el modelo de ediciones que caracteriza hoy al periódico y que penetra con fuerza en la geografía gallega.

Hace medio siglo, en ese 1967, un año antes de la desaparición de los tranvías y de que el Celta ascendiese a Primera División, La Voz comienza a asomar su cabecera en Vigo coincidiendo con un desarrollo local que se materializa en diferentes hitos como es la apertura del policlínico Cíes, diseñado por Bar Boo; la inauguración del parador de Baiona; la inauguración de la piscina del R.C. Náutico, que exhibe con orgullo tener la primera cubierta climatizada de Galicia, o la construcción de la calle Lalín, como parte de la nueva urbanización de Coia.

En estos cincuenta años, en los que desde luego Vigo no se ha distinguido por ser una ciudad-balneario, desde La Voz nos habéis ido contando estos acontecimientos y muchos otros con coraje y valentía, porque si la información local tiene algo que cautiva por la cercanía de las fuentes, también asusta por ser un arma de doble filo: las quejas y las presiones llegan a las redacciones casi sin tener que traspasar ningún muro defensivo. Al moverse la información en un entorno más próximo y al estar, quiérase o no, implicada la redacción en la vida cotidiana, el periodista local afronta a diario la dificultad de mantener su independencia frente a informadores, vecinos e instituciones.

Por eso creo que aquí está, en lo local, el periodismo del bueno. El periodismo que debería estar más valorado en premios profesionales y círculos académicos, ya que es este periodismo local el que con su enorme esfuerzo nos permite a las audiencias identificarnos dentro de un bombardeo de noticias globales, el que nos da las claves de pertenencia a una ciudad y a un territorio y el que día a día nos dibuja el punto de encuentro. Vosotros nos habláis de lo cercano y, en el resto del periódico, nos dais las claves de lo lejano.

En esta doble y simultánea tendencia de informar de lo global y lo local es donde seguro que los periódicos, redactados por buenos profesionales y dirigidos con inteligencia e independencia no morirán nunca. No sé si sobre papel, digital o cualquier otro soporte que se invente, pero es en la prensa local donde seguiremos buscando los temas que son importantes para nuestra comunidad, historias a las que prestar atención, contenidos elaborados que nos brinden la oportunidad de conformarnos una idea sobre aspectos cotidianos que para nosotros, los lectores, tienen muchas veces el mayor interés y que solo en la prensa local podemos encontrar.

A todos los que han trabajado y a los que trabajáis en la edición de Vigo quiero hacer llegar mi reconocimiento y desearos sinceramente ¡50 y más felicidades!