El Concello solo gastó en obras el año pasado 7 millones de los 24 previstos

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El alcalde garantiza que todos los proyectos se llevarán a cabo y el PP le reclama que baje los impuestos

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La oposición municipal, PP y Marea, no entiende que un gobierno con mayoría absoluta como el de Vigo gaste menos de la tercera parte del dinero presupuestado para inversiones. Elena Muñoz (PP) considera que es una prueba de la ineficacia de los gestores socialistas y Rubén Pérez (Marea) cree que es una prueba de «ausencia de seriedade orzamentaria».

Estas críticas fueron rechazadas por el alcalde, quien comprometió la ejecución de las obras previstas por el gobierno local. Caballero atribuyó a imponderables los retrasos, poniendo como ejemplo el caso de la grada de Río. Adjudicada en 5,5 millones de euros, los trabajos fueron paralizados cuando estaban a punto de iniciarse por el recurso de una asociación ciudadana «próxima al PP». En este caso concreto, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales acaba de rechazar el recurso, con lo que en breve podrá comenzar la reforma del graderío de Balaídos.

Sin embargo, los datos que contiene la liquidación del 2016 evidencian un parón generalizado de las obras de humanización, que componen la mayoría del capítulo inversor municipal. El presupuesto aprobado incluía solamente 9,5 millones de euros destinados a inversiones de los 225 millones que totalizaban las cuentas. A lo largo del ejercicio se realizó una modificación para incluir el superávit del año anterior, con lo que el capítulo inversor alcanzó 24,3 millones. Llegado el momento de realizar la liquidación, solo se habían ejecutado 7,3 millones, poco más del 30 % del total.

«Las administraciones públicas tienen obligación de gastar lo que recaudan, y si no lo gastan todo debe ser algo excepcional, no repetirse año tras año», explicó Muñoz, quien antes de recalar en el Concello como portavoz del PP fue conselleira de Facenda en la Xunta. Tampoco entiende que año tras año el Concello presente superávit, «lo que revela una mala gestión de los fondos».

También existe una «xestión deficiente» para Rubén Pérez. En su caso, lo atribuye a un supuesto «uso publicitario do superávit, cando a súa orixe moitas veces é froito de non executar partidas importantes en materia de promoción do emprego, cooperación, axudas sociais, etcétera».

Ambos portavoces sospechan que el gobierno está haciendo peto pensando en los años 2018 y 2019, año este último en que tendrán lugar las próximas elecciones municipales. Una tesis que rechaza con rotundidad el alcalde aludiendo a la existencia de un techo de gasto «que no se puede superar y que impide acumulaciones sin más».

Pese al contenido de la liquidación, Caballero mantiene que su gobierno «ejecuta maravillosamente bien por mucho que Elena Muñoz se empeñe. Y el que diga otra cosa es que no habla con la gente y que no ve las obras en las calles». Recalcó que Vigo «es el modelo de España y de hecho yo, en mi calidad de presidente de la Federación de Municipios, negocio con el Ministro de Hacienda en nombre de todos los ayuntamientos».

A lo que no está dispuesto el regidor es a considerar la propuesta del PP de reducir los impuestos si no se gasta todo lo que se ingresa. «Es lo que les gustaría a ellos para terminar con la política social de este gobierno, para que no podamos dar becas de comedor o el cheque social o mantener el albergue», señaló Caballero.

Desde la oposición se pone el acento en que Vigo ha superado por primera vez la barrera de los 500 euros por habitante en presión fiscal, que era de 415 en el año 2007, cuando Caballero llegó a la alcaldía. «Un crecimiento sostido nos mesmos anos nos que unha gran cantidade de economías familiares viguesas quedaron moi tocadas».