La Ostia atlántica

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas EL ÁTICO

VIGO CIUDAD

01 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres bancos son actualmente los propietarios del edificio que acogió desde 1928 la fábrica de conservas Alfageme. Es una de las maravillas de la arquitectura industrial histórica, esa clasificación que en el caso de Vigo deriva hacia la arqueología debido al nulo interés por su conservación.

La situación es cada vez más desfavorable para la conservación de este edificio. Cada día que pasa, la obra de Manuel Gómez Román pierde tiempo de pervivencia. Cuenta en su contra con que tiene el nivel de protección más bajo de cuantos aplicaba el difunto Plan Xeral a los bienes culturales catalogados en la ciudad de Vigo. Este elemento singular de la arquitectura industrial viguesa tiene una protección denominada ambiental, con menores garantías de las que se otorgan a las categorías integral y estructural.

Pero por aquello de que somos muy retorcidos con estas cosas del patrimonio, el propio PXOM proponía la creación de un museo de la conserva en la «parte primitiva da edificación que acobilla a factoría de Alfageme». Ya no hay ilusos en Vigo que piensen en semejante posibilidad, pero alguien debería ordenar su conservación ya. Porque después nos vienen unos y otros con fantasías de que si en tiempos de los romanos esto era la Ostia del Atlántico, equivalente al puerto de la propia capital del Imperio. Lo que sí sabemos es que hace cien años, Vigo era una capital mundial de la conserva, y que estamos permitiéndonos el lujo de perder los vestigios materiales de aquel esplendor. Poco va quedando, y Alfageme es lo más grandioso que tenemos de los tiempos de la sardinocracia. No lo abandonemos a su suerte.