Doce familias en riesgo de desahucio solicitan ayuda urgente al Concello

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La Federación Vecinal pide al gobierno local que amplíe el presupuesto para este fin

01 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La lacra de los desahucios por motivos económicos no se detiene. Según denunció ayer la Federación Vecinal, que se ha convertido en la entidad que más casos da a conocer, solo en una oficina municipal de Benestar Social, y existen cinco en la ciudad, se tramitan ayudas de emergencia para 11 amenazados por desahucios. «Si a estos sumamos el de Gerardo y María Inés, que con ayudas públicas han podido encontrar otra vivienda, totalizan 12», explicó María Pérez, presidenta vecinal.

Ante una crisis de semejantes dimensiones, Pérez reclamó una mayor implicación de las administraciones y en particular del Concello. «A nosotros no nos recibe, pero eso es lo de menos, aunque solo queremos ayudar, pero lo que hace falta es que se impliquen y dispongan de partidas económicas más importantes. A modo de ejemplo, Gerardo logró encontrar otro piso con dinero de la Xunta y del Concello, pero la primera puso 1.200 euros y la ayuda municipal fue de solo 200».

En la rueda de prensa con tres afectados por la crisis económica, Pérez estuvo acompañada por Elena Muñoz, portavoz municipal del PP, quien previamente había mantenido un encuentro con estas personas que confesó le había impresionado. La dirigente popular criticó con dureza la actuación del gobierno municipal y acusó al alcalde de «vivir en su particular juegos de tronos». «Esta es la verdadera cara de Vigo y tiene como denominador común que Caballero le da la espalda. Dijo que su despacho era la oficina antidesahucios de Vigo, pero la realidad es que está cerrada para ellos».

Una pensión que no le llega para ella y sus dos hijos

Lilian fue noticia hace unos meses cuando se hizo público que le iban a cortar la luz. Sobre todo, porque pudo salir adelante con la ayuda de la asociación de vecinos de San Xoán Poulo, que se hizo cargo de los recibos. Solventado aquel duro trago, ayer recordó que su situación sigue siendo crítica. «Este mes cobre 535 euros de pensión (viene de Uruguay y fluctúa según el cambio) y pago 390 de alquiler. Con el resto tenemos que apañarnos mis dos hijos y yo, lo que es imposible. El pequeño, deprimido, me dice que quiere morirse», relató con lágrimas en los ojos.

Una madre con un bebé que no tiene adónde ir

Beatriz acudió ayer a la Federación con un caso del que tiene conocimiento por su actividad como mediadora social. Se trata de una chica que pasó tres años en la cárcel. Salió de prisión y hace ocho meses tuvo un bebé, pero no logra abrirse camino ni tampoco que le concedan la risga. «Recientemente ha conseguido un piso por 200 euros en Castrelos, pero encuentra todo tipo de obstáculos para trabajar en comercios o cafeterías cuando saben que tiene un bebé, por si se ausenta. El piso lo paga con la ayuda del padre del niño, pero no tiene medios para subsistir», explicó.

Recogida por una amiga para que no quede en la calle

Fue víctima de violencia de género y padece varias enfermedades complicadas. Desde su divorcio se encuentra en situación de desempleo, por lo que carece de ingresos, y la risga (renta de integración social de Galicia) todavía no la ha conseguido. Mar Cabaleiro no tiene forma de mantenerse y desde hace algún tiempo reside con una amiga, una acogida que le ha evitado quedarse totalmente tirada. Ayer mismo recibió la denegación de una ayuda municipal para subsistir. El escrito precisa que ya recibió otros pagos y que siempre tienen «carácter temporal e extraordinario».