Más protestas en las redes que en las calles

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. moralejo

Las movilizaciones sociales y laborales caen en Vigo hasta 363 anuales, la cifra más baja de la última década

31 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo sigue siendo la ciudad de Galicia más movida. Sin embargo, las 363 manifestaciones registradas el pasado año nada tienen que ver con las más de mil contabilizadas en el 2013. No solo eso, sino que se trata de la cifra más baja de la última década, tanto en las laborales (136) como en las sociales (227). La tendencia de la ciudad se inscribe dentro del panorama general de Galicia y, según diversos colectivos, tiene mucho que ver con la utilización de Internet.

La Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos cree que «se está sustituyendo la calle por las redes sociales para criticar y protestar por esta o aquella sentencia u otros temas. No tiene comparación. Lo que hay que hacer es salir a las calles, hacerse visible y seguir trabajando», comenta una portavoz. Desde hace más de una década este colectivo social organiza una concentración junto al Marco los últimos jueves de cada mes para protestar por la indefensión de la mujer. En las últimas convocatorias la asistencia no suele pasar del medio centenar de personas.

En opinión del secretario comarcal de la CIG, Alberte Gonçalves, «hai unha parte da poboación que cre que as cousas se conseguen con darlle a un ‘me gusta’ e móvense moito máis nas redes». Achaca también la bajada de las movilizaciones por la actitud beligerante de la patronal y el miedo que tienen los trabajadores a poner en peligro el puesto de trabajo, algo, dice, que no sucedía antes de la reforma laboral. De hecho, constata la existencia de conflictividad en las empresas, que tal vez no se traduce tanto en las manifestaciones públicas. Sin ir más lejos, indica, para el 15 de febrero está convocada una manifestación en favor de la recuperación de los derechos sociales, contra las reformas laborales, la amenaza de las pensiones y la ley mordaza. La CIG, el sindicato más activo en este sentido, celebra de media una movilización de carácter comarcal al mes, acompañadas de charlas en la calle. Defiende el modelo de confrontación y de debate sobre la situación social y económica para recuperar derechos. «Non nos queixamos da asistencia ás manifestacións; van máis de mil persoas en pleno inverno», apunta.

El colectivo social Os Ninguéns es uno de los más activos de Vigo. Lo demuestra la media de concentraciones, dos al mes. Sus reivindicaciones van desde la puesta en marcha de un parque público de viviendas sociales en alquiler, hasta mejoras en el albergue municipal y en el centro de inserción de presos de la antigua cárcel de la avenida de Madrid. También suele reclamar más trabajadores sociales, tanto en la Xunta como en el Concello.

«Con la redes sociales se creen que cubren el cupo. Hay páginas activas con cinco mil seguidores y piensan que es tan visible como salir a la calle. Nosotros somos contrarios a eso. Puede ser complementario, pero no hay que dejar de concentrarse, seamos cinco o siete», indica Carla Leiras.

Reconoce que son un ejemplo extraño porque en la pobreza es difícil movilizar y no hay organización. «Estamos acostumbrados a ser minoritarios y no notamos diferencia de 30 a 40 personas. Es complicado que la gente empatice, preferimos ser pocos y saber por qué estamos allí, que no ser más, pero sin estar concienciados», añade.

Por ciudades, después de Vigo con las 363 movilizaciones, se sitúa A Coruña, con 276, seguida de Pontevedra (249), la única que sube, aunque solo cuatro, Santiago (234), Lugo (188), Ourense (170) y Ferrol (132).