Los autobuses urbanos ofrecen suficiente cobertura inalámbrica a los pasajeros para chatear por mensajería instantánea
30 ene 2017 . Actualizado a las 12:33 h.Quedan unos días para acabar la cuesta de enero y los datos del teléfono móvil ya están agotados. ¿Qué hacer? Una solución puede ser subirse a un autobús de Vitrasa o, al menos, arrimarse a una de sus paradas. Inicialmente, los autobuses que subían al campus de Lagoas-Marcosende iban dotados de una antena que daba cobertura de servicio wifi de libre acceso para que los universitarios se conectasen a Internet y aprovechasen el trayecto de media hora desde la ciudad. Ahora, el wifi está extendido a otras líneas, como la que sube desde As Travesas al aeropuerto de Peinador, o las que unen Teis con Bouzas, Coia o Navia. Los vehículos muestran el logo de la antena.
El acceso es libre y no hace falta ninguna contraseña. En algunos móviles, el teléfono engancha la conexión wifi y comienza la sesión de navegación gratuita, lo que ahorra los datos de pago. En la sección de ajustes de la terminal, se puede comprobar cómo se carga la palabra Wifi_Vitrasa. Aparecen todas las rayas de la señal con cobertura óptima.
La velocidad de conexión del emisor es suficiente como para poder recibir y enviar textos de mensajería instantánea, algo que contenta a la mayoría de los pasajeros. Es muy útil cuando solo se quiere dar un breve aviso a través del chat porque la capacidad de la conexión lo permite. A muchos les ha venido de perlas. Es un truco al que recurren muchos viajeros que ya han agotado sus datos del mes y van buscando señal.
En una decena de pruebas realizadas a lo largo de varias semanas, en el 90 % de los casos la señal de la conexión inalámbrica en el bus no fue suficiente para acceder satisfactoriamente a páginas web o consultar diarios digitales. En estos casos, la web no llegaba a cargarse y la pantalla se quedaba en blanco. Solo en una ocasión, la señal fue lo bastante potente para enviar un e-mail o leer una web.
Otra peculiaridad de la señal de wifi es que tiene un radio de acción de unos 15 a 25 metros, lo que permite que la puedan captar los ocupantes de coches que están parados junto al bus a la espera de que se abra el semáforo. Incluso clientes de cafeterías sentados cerca de una parada pueden acceder a este acceso inalámbrico gratuito. Algunos teléfonos inteligentes o smartphones la captan automáticamente y la sustituyen por la red de pago.
Pero debido a que esta conexión gratuita se extiende también a la calle puede suponer una interferencia para los viandantes que transitan cerca de una parada de bus. Por ejemplo, un peatón que está leyendo un diario digital verá como, al pasar un autobús urbano, la conexión se ralentiza y entra a funcionar por defecto la wifi de Vitrasa. La solución es inhabilitar esa conexión y volver a seleccionar la de pago.
Siete minutos incomunicados en el tren entre Vigo y Pontevedra
Los trenes de media distancia que salen de la estación de Urzaiz pasan ocho minutos en apagón telefónico y de Internet. El pasajero carece de cobertura de señal porque el convoy debe atravesar un túnel de más de una decena de kilómetros, trayecto durante el cual no hay trasvase de datos. En otros tramos que hay en la línea entre Vigo y A Coruña también se produce esta apagón digital. El problema se conoce desde la misma inauguración del convoy pero todavía no ha sido resuelto. La solución ha sido adoptada en otros países, como en el Reino Unido, Francia, Alemania o el Benelux, generalmente trenes veloces que van dotados de wifi. La locomotora usa una antena satélite colocada en el techo que capta la señal y luego unos repetidores internos la redistribuye entre los distintos compartimentos para que lleguen a los pasajeros con tablets, portátiles o móviles. El acceso suele ser libre o de pago.
En diciembre, Renfe dio conectividad gratuita a los pasajeros de los trenes, al menos los del AVE de Madrid a Sevilla. Hay que bajar una aplicación de Movistar y el plan es extenderlo este año a 500 estaciones de cercanías.