El Aero Club negocia a contrarreloj con los comuneros de Cabral para evitar 25 despidos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO/ LA VOZ

VIGO CIUDAD

La entidad asegura que no puede pagar los 150.000 euros que le exige la comunidad de montes para renovar el contrato

26 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Real Aero Club negocia a contrarreloj con la comunidad de montes de Cabral para evitar el cierre de las instalaciones. Los comuneros cobran actualmente un canon de 47.000 euros al año al club social y quieren subirlo a 150.000. La entidad dice que no puede pagar ese dinero e intenta llegar a una cifra «razonable», que no superaría los 75.000 euros y eso haciendo un gran esfuerzo que les obligaría a reclutar a 100 nuevos socios en cinco años. El plazo para llegar a un acuerdo culmina el 1 de marzo.

Los terrenos pertenecen a la comunidad de montes de Cabral y fueron expropiados en el año 1951. El suelo fue recuperado en la Transición por sus históricos propietarios, los vecinos de la parroquia, que empezaron a cobrar un alquiler. Además de la renta anual, el Aero Club tiene que hacer frente al pago anual del Impuesto de Bienes Inmuebles, 16.000 euros al año.

El Aero Club tiene el campo de golf más antiguo de Galicia. Su hándicap es que cuenta solo con 9 hoyos porque se encuentra comprimido por el río Lagares y por la pista del aeropuerto. «Así que no puede crecer más», señala David Blanco, delegado de personal. Además tiene una piscina y una pista de pádel.

Los trabajadores se manifestaron el martes delante de la puerta del Concello, al que han pedido que medie en el conflicto y hoy repartirán folletos en Cabral para que los vecinos sean conscientes de la situación en al que se encuentran los empleados. Son 25, de los cuales 14 pertenecen a la empresa que gestiona el club deportivo y social y el resto son profesores y contratados eventuales.

«La edad media de la plantilla se encuentra entre 45 y 48 años. Yo soy el más joven y tengo 39», señala David Blanco que recuerda que el Aero Club siempre ha sido un centro de trabajo que ha proporcionado estabilidad laboral a muchas familias de Vigo. «El año pasado se jubiló un empleado que llevaba 50 años», señala Blanco.

El delegado de personal, miembro de UGT, ha sido recibidos por el jefe de gabinete de la alcaldía, José Carlos Baños.

El presidente del Real Aero Club, Gonzaga de la Calle, confía en que pronto se pueda llegar a un acuerdo. El club ha sufrido una bajada de socios. El año pasado eran 540 y ahora, al comenzar el año, ha disminuido a 520. La situación económica sigue sin ser boyante para muchas familias que optan por darse de baja en las entidades sociales a la hora de reducir gastos.

Marea de Vigo apoya a los trabajadores y señala que el precio por el arrendamiento que está pidiendo la comunidad de montes de Cabral resulta «desorbitado», aunque «eses terreos foron expropiados inxustamente no réxime franquista».