«Eses chicos terminaron coa vida del e coa nosa»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La hermana del cura de Santa Rita, al que dos atracadores dieron una paliza en octubre, declara ante la jueza

25 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La hermana del párroco de Santa Rita, Pilar Rodríguez, de 86 años, fue a declarar ayer al juzgado de instrucción número 3 de Vigo, que investiga la paliza que dieron dos ladrones al párroco vigués en octubre. Antonio Rodríguez lleva cuatro meses hospitalizado, tiene lagunas de memoria y apenas puede hablar, por lo que la familiar le contó a la magistrada lo que, en su día, el párroco le confió de ser agredido.

«Aquel día viña cunha ferida no nariz e outra na meixela. Díxome que lle pegaran e que primeiro lle pediran confesión. E logo, colléronlle os petos. Dábanlle patadas e pensaba que o mataban. Pegáronlle só na cabeza, alí onde puidera dar noticia. Díxome que lle doía moito a cabeza e logo tivo o derrame», explicó la familiar al salir del juzgado.

Respecto a los implicados, en un primer momento, su hermano «non coñeceu aos chicos pero un deles viña á igrexa a investigar pero el non sospeitou. Un deles pediulle varias veces cambio de diñeiro para os probes».

La magistrada fue al Hospital Meixoeiro el día 13 para mostrar las fotos al sacerdote y este, desde su cama, reconoció las caras de los dos brasileños detenidos.

No obstante, el párroco no pudo aportar muchos más datos porque, según su hermana, «recoñeceunos polas fotos pero non se recorda o que pasou, non sabe por qué está na cama. Pero sí os coñeceu. Eses chicos terminaron coa vida del e a nosa. Son matóns afeitos á violencia».

La hermana está preocupada por el estado de salud de Antonio Rodríguez. Cuenta que él sigue en el hospital y que ahora «vai mal», tiene muchas lagunas de memoria. «Matárono, ou case o matan», insistió. «Quedou sen defensas e agora colleu un xerme moi resistente. Os médicos fan cultivos e cando dea tres veces negativo, xa lle poden dar o alta, pero non vai ser nin unha semana nin dúas», indicó.

Su hermano, de 82 años, ha sobrevivido en los últimos cuatro meses a la paliza de dos ladrones, un derrame cerebral, un coma inducido, dos neumonías, una en la uci y otra en su habitación de planta del Hospital Álvaro Cunqueiro, así como una insuficiencia respiratoria y un germen muy resistente en el Meixoeiro, a donde fue trasladado recientemente. «Está sen defensas e colle todo o malo», dijo su allegada.

Pilar Rodríguez cree que si su hermano se recupera, podrá volver a la residencia sacerdotal, donde disponen de grúa para levantarlo de la cama porque no guarda el equilibrio sentado. El párroco tiene cinco hermanos vivos pero todos pasan de los 75 años, algunos viven en otras provincias y la mayor le hace compañía y lo visita casi todos los días. Volver a su casa aún va a ser difícil: «Tes paciencia, pero van quitando e quitando».

La familia del párroco es oriunda de Sobrado dos Monxes, en A Coruña. Uno de los hermanos fue párroco de San Juan de Ávila, en Vigo, pero falleció en el 2013. Vinieron a Vigo para ser profesores.