Condenada por una denuncia falsa de malos tratos contra su expareja

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La acusada aportó un parte médico que no tenía relación con la supuesta agresión

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo penal 1 de Vigo ha condenado a una mujer por presentar una denuncia falsa contra su expareja al considerar acreditado que la agresión que le imputó no era cierta y que el parte de lesiones que presentó no guardaba relación con el caso. La acusada deberá abonar una pena de 2.190 euros, la mínima prevista en el código penal, al carecer de antecedentes. La sentencia es una de las pocas que se dictan en este sentido en los juzgados vigueses. Según las estadísticas, solo una pequeña parte de las denuncias por malos tratos que se presentan en los juzgados se demuestra que son falsas. En este caso la presencia de un testigo que observó los hechos ha sido clave para que a la magistrada no le haya quedado ninguna duda de que la acusada «mintió de forma consciente y deliberada».

El fallo considera probado que la acusada denunció ante la Guardia Civil en noviembre de 2012 que había sido agredida ese mismo día por quien había sido su pareja sentimental y con el que tiene un hijo menor en común. La supuesta víctima aportó un parte de lesiones «cuyo mecanismo de producción se desconoce, pero que no guarda relación con el hecho denunciado», según se recoge en el fallo judicial.

Según su versión, su antiguo compañero sentimental entró, le dio dos besos a su hijo y la empujó para decirle que no podía estar allí y que, mientras la insultaba, la agarró del brazo para empujarla, ocasionándole una importante lesión.

Tras la denuncia presentada, el juzgado de violencia sobre la mujer abrió unas diligencias urgentes de investigación. Una vez que la causa quedó archivada, el varón denunció la falsedad de los hechos que le imputó su expareja y que le causó problemas psicológicos.

La acusada insistió durante el juicio que la agresión denunciada en su día era «totalmente cierta».

A pesar de ello, la juzgadora acabó concluyendo que su declaración carece de credibilidad alguna, por cuanto resulta inverosímil e incurre en «flagrantes y palmarias contradicciones». Le llama la atención que, pese a que la supuesta agresión se produjo en un espacio reducido donde había más gente, nadie lo vio. A pesar de que supuestamente le habían inmovilizado la muñeca, nadie se cuenta de ello ni tampoco la mujer se quejó.

Una testigo presencial e imparcial confirmó durante la vista oral que se fijó en la acusada y aseguró que el varón ni insultó ni amenazó ni agredió y que ni siquiera se acercó a la mujer Es más, escuchó cómo le decía al hombre: «porque está el niño delante, sino te monto un pollo».