El alcalde carga contra el presidente por la crisis del transporte metropolitano y el Área. Le advierte que «esta ciudad empieza a considerarse incompatible con él»
19 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La habitual tensión entre el alcalde de Vigo y el presidente de la Xunta se ha incrementado varios puntos ante la imposibilidad de dar vía libre a la incorporación de Vigo al transporte metropolitano, un conflicto que lleva aparejado el bloqueo del Área. Ayer Caballero se dirigió a Feijoo en tono amenazante. «Que se mida mucho en su confrontación con esta ciudad, que empieza a considerarse totalmente incompatible con él».
El regidor vigués decidió ayer tirar por elevación y sus advertencias tuvieron como destinatario casi exclusivo al presidente de la Xunta. Dejó de lado al conselleiro de Presidencia y número dos de la Xunta, Alfonso Rueda, y también a la portavoz municipal, Elena Muñoz.
«Es escandalosa la interpretación de la Xunta sobre el transporte metropolitano, una interpretación que Muñoz no comparte, como ha quedado claro, pero ha sido obligada por su partido a cambiar de posición», lo que a su juicio deja en evidencia la carencia de «dignidad política» de la también presidenta local.
En tono pesimista, reconoció que los recursos de la Xunta contra el Área y la implantación del transporte metropolitano pueden paralizar el nuevo ente durante dos años «recurso tras recurso», con lo que se llegaría a la elecciones municipales del 2019. «Quieren enfangar el Área Metropolitana y que Vigo pague lo que no firmó» en el transporte. «Pero que sea consciente de lo que está haciendo. Vigo tiene un límite y lo está sobrepasando. Si lo lleva [Feijoo] a los tribunales tendrá respuesta ante lo que es un acto de hostilidad máxima contra la ciudad», fue su mensaje.
El alcalde da por supuesto que en breve la Xunta convocará la comisión de seguimiento del transporte, «un organismo creado por ella y en el que tiene mayoría, el 50 % más la presidencia», por lo que tiene asegurado un pronunciamiento a su favor.
Lo que pretende es que dicha comisión censure la postura de Vigo en el transporte, aunque no cambiará nada. A estas alturas, solo un milagro evitará la judicialización de ambos proyectos, transporte y Área, lo que garantiza la pervivencia del conflicto en lo que resta de mandato municipal. La confirmación se producirá en breve, ya que la Xunta tiene de margen hasta el domingo para recurrir la constitución del Área por no integrarse Vigo en el transporte metropolitano. A su vez, el gobierno metropolitano tiene previsto recurrir la decisión del Gobierno gallego de no inscribir el Área en el registro de entidades locales, lo que la deja en una situación de alegalidad y de no reconocimiento por parte de la Xunta.
Caballero intentará mantener la presión siguiendo con la convocatoria de reuniones del gobierno metropolitano (la próxima el día 24), pero con escaso margen de maniobra y con el hándicap de encabezar solo a ocho concellos, todos menos los seis del PP, y sin poder acometer la prometida ampliación.
Paralelamente, los municipios del entorno de Vigo seguirán sufriendo que la ciudad no se incorpore al transporte comarcal, lo que penaliza a sus vecinos. De manera muy especial a los de Cangas (10.000 tarjetas por 26.000 vecinos) y en menor medida, pero también de forma relevante, a Moaña, Redondela, Baiona y Nigrán.
«Vigo no tiene capitalidad ni sedes políticas, y ahora un nuevo agravio»
El enfado del alcalde le llevó ayer a sacar del baúl de las afrentas cuestiones de la historia reciente que se creían superadas. «Galicia se posicionó en muchas cosas. Santiago es la capital, y Vigo lo aceptó. A Coruña es la sede de la Delegación del Gobierno y del Tribunal Superior de Xustiza, y Vigo lo aceptó. En la comunidad hay cuatro provincias, y Vigo lo aceptó. Y ahora que se produce el mayor avance territorial en la ciudad y su área en 200 años Feijoo lo impugna».
Afirma que en Área y transporte «la Xunta intenta imponer su visión y, al no conseguirlo, revienta ambos proyectos». No se olvidó de recordar que los tres alcaldes metropolitanos que no son del PP ni del PSOE respaldan sin fisuras la posición de Vigo (Cangas, Moaña y Salceda).