
El procurador de un banco pidió paralizar el desalojo de un anciano al verlo desvalido
10 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Doce familias que iban a ser desahuciadas por impago de alquiler se libraron en el último momento de ser desalojadas el último año porque la comisión judicial descubrió que el inquilino o hipotecado tenía a desvalidos bajo su cuidado. Se trata, generalmente, de personas dependientes con gran vulnerabilidad, como es el caso de niños pequeños, discapacitados o ancianos con grave deterioro físico o cognitivo que no tienen adónde ir.
El año pasado hubo en Vigo 540 lanzamientos, como se denomina a los desalojos por orden judicial. Son cinco más que en el 2015. Medio centenar de titulares son desalojados de sus inmuebles cada mes, aunque el 60 % son inquilinos que no pagan a su casero. El resto son hipotecados que han perdido bienes como fincas, solares, garajes, trasteros, naves, bajos comerciales y oficinas. También hubo algunos casos de hipotecados que perdieron su hogar.
Cuando detectan situaciones de vulnerabilidad, los funcionarios de la Oficina de Embargos y Notificaciones de Vigo paralizan dichos lanzamientos. La idea es evitar que las personas en situación de desvalimiento se queden en la calle sin hogar ni techo dónde cobijarse. Inmediatamente, los agentes judiciales alertan a los servicios sociales del Concello de Vigo, que inician la búsqueda de un alojamiento alternativo para la familia con dependientes a su cargo.
El letrado judicial de la Oficina de Embargos y Notificaciones, Fernando Varela, recuerda varios casos. «Nos encontramos con una señora que tenía a su cargo hijos pequeños de uno y dos años que no tenía adónde irse ni sabía adónde ir si era desalojada de la casa. Los Servicios Sociales la realojaron y luego volvimos cuando estuvo el piso vacío», indicó. Esta labor humanitaria se realizó conforme a un convenio firmado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
A Varela también le impactó otro caso: «Llegamos a la casa de un anciano sobre el que pesaba una ejecución hipotecaria y el procurador del banco, al ver la situación de vulnerabilidad de aquel hombre, no quiso continuar con el desahucio y lo suspendimos. Servicios Sociales luego le buscó un alojamiento en la residencia a esa persona mayor».
Los propios bancos tienen instrucciones de suspender los desalojos de personas en situaciones de desvalimiento y buscan otro tipo de soluciones alternativas a la expulsión de la vivienda para no crear conflictos.
Repunte
En los últimos meses, la oficina ha detectado un repunte del 23,8 % en las ejecuciones de desahucio o lanzamientos. Entre julio y finales del 2016, contabilizó 265 desalojos frente a los 214 del segundo semestre del 2015. «Esta subida se debe a que hay más contratos de alquileres y, por lo tanto, más probabilidades de incumplimiento», explica el letrado judicial.
Un programa evitará la montaña de papeles que traslada cada día un chófer de la Xunta
Una aplicación informática que compartirán este mismo año el juzgado de primera instancia número 11 de Vigo, sito en la calle Lalín, y la Oficina de Embargos y Notificaciones, situada en el Casco Vello, reducirá el volumen de papeles que traslada cada día un chófer de la Xunta entre ambas sedes en un coche eléctrico. El tribunal de lo civil es pionero en la puesta en marcha del papel cero en Vigo y el más avanzado en ese proyecto de la Xunta.
Los funcionarios de ambas sedes compartirán un registro automatizado de asuntos y una base de datos que incluso asignará a los agentes de notificaciones las zonas que deben visitar para entregar escritos judiciales. Todas estas comunicaciones se harán por vía telemática. En vez de intercambiar papeles entre ambos juzgados, los escanearán y los enviarán por Internet. En todo caso, el papel no quedará suprimido totalmente, porque los funcionarios del servicio de notificaciones tendrán que imprimir el escrito para entregárselo en persona al afectado en su domicilio.
El intercambio de escritos por la intranet judicial tampoco evitará que el coche eléctrico deje de circular pero sí rebajará el volumen y el trasiego de papel entre ambas sedes, separadas por dos kilómetros de distancia. Además, se agilizarán las gestiones porque se recibirán en el propio sistema informático automáticamente sin necesidad de esperar toda la mañana a que el coche lleve los expedientes o sus contestaciones de un lado a otro. Eso convertiría a Notificaciones en la tercera oficina de Vigo que se suma al objetivo del papel cero.