Pesqueras de Vigo valoran abrir naves en Leixões por las trabas de Aduanas
VIGO CIUDAD
Las empresas han desviado este año unas 60.000 toneladas de pescado congelado
30 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El exceso de celo que muestran los funcionarios del Punto de Inspección Fronteriza (PIF) del Puerto de Vigo está acabando con la paciencia de las compañías pesqueras de la ría, que no entienden por qué llega a retenerse la mercancía dos, tres y hasta cinco días alegando cuestiones de tipo documental que, sin embargo, en otros puertos obtienen el visto bueno en unas pocas horas. Es el caso de Róterdam y sobre todo de Leixões. Hasta este último han desviado este año unas 60.000 toneladas de pesca congelada. «Esta fuga nos está matando», reconoce el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, que asegura que ya hay algunas empresas que han decidido no descargar nada en Vigo.
Corrobora la afirmación el presidente de la Cooperativa de Armadores (Arvi), Javier Touza, que añade que el problema es tan serio, que algunos empresarios están valorando incluso la posibilidad de abrir naves frigoríficas en el entorno de Leixões, con todo lo que eso implica, ya que una vez dado el primer paso, detrás puede ir la factoría. En este sentido, recuerda que el precio del suelo en Portugal es muy «atractivo».
A juicio de Touza, «estamos ante un problema muy serio y nos preocupa que no seamos capaces de atajarlo, porque no es que entren en la ciudad 50.000 o 100.000 toneladas más o menos de pescado, es el valor añadido que eso genera».
Una lectura muy parecida hace López Veiga: «Me preocupa la contabilidad del Puerto, porque perdemos en buques, en tasas, en mercancía..., pero me preocupa más que el segundo motor de la economía de la ciudad se frene».
La campaña navideña ha sido el paradigma del daño que «una burocracia mal entendida» está haciendo a la economía viguesa, según el presidente de Arvi, que afirma que en Guixar no se ha descargado en todo el año ni un solo kilo de rape congelado, uno de los productos más consumidos en estas fechas, en tanto la entrada de langostinos y gambas, los reyes de la mesa, ha sido testimonial. «Nadie quiere arriesgarse y eso es muy grave», señala.
Explica que sería entendible tanto celo si lo que se estuvieran dilucidando fuesen cuestiones de tipo sanitario. «En ese caso, seríamos los empresarios los primeros interesados en que el producto no llegara al mercado y lo destruiríamos. Somos los últimos que querer deteriorar la propia imagen», subraya.
Los empresarios reclaman uniformidad de criterios en todos los puertos de Europa a la hora de despachar mercancías. «No puede ser que la misma legislación que rige en el resto del continente se interprete de forma diferente en Vigo que en Leixões o en Róterdam», sostiene Touza, que considera «suficientemente grave» el hecho de que la Secretaría de Pesca de Argentina haya llegado a emitir un comunicado en el que asegura que lo que pasa en el PIF de Vigo no ocurre en ningún otro puerto del mundo.
El otro caballo de batalla de los usuarios de la terminal es el del monopolio de la estiba. «Lo único que pedimos es que se cumplan las sentencias europeas y se liberalice el servicio», sostiene Touza.
Precisamente con el fin de conocer los problemas de competitividad a los que se enfrentan cada día las empresas que operan en Guixar el Puerto ha encargado un estudio. A través de encuestas confidenciales recogerá las preocupaciones que no quieren poner por escrito de forma oficial por temor a represalias.
La llegada de Hapag-Lloyd no cubre el hueco dejado por Maersk
La decisión de Maersk de trasladar a Marín todos los contenedores de carga seca fue prácticamente pareja a la de la naviera Hapag-Lloyd de abrir una ruta semanal provisional entre Vigo y Canadá. Sin embargo, la carga de esta última, que ha decidido quedarse si se mantienen los costes, no cubre el hueco dejado por la primera. Así, mientras en los 10 primeros meses del año se despacharon en Guixar un total de 155.894 contenedores, en el mismo período del 2015 se alcanzaron los 163.762. De acuerdo con los datos facilitados por la Autoridad Portuaria la naviera canadiense movió desde mayo 3.939 contenedores, lo que da una idea de lo profundo que seria el agujero si la huelga que vivió el puerto de Lisboa ese mes no hubiera obligado a Hapag-Lloyd a buscar alrternativa. Y, sobre todo, no hubiera decidido quedarse. Ha transportado por este orden, alcoholes y derivados (8.554 toneladas), pesca congelada (6.756), materiales de construcción (4.157), metales y sus manufacturas (3.930), maquinaria (2.959) y conservas (2.366).