El Concello entrega 4.100 becas de libros y comedor al término del primer trimestre

j. fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Otras 1.200 peticiones fueron rechazadas por no residir en la ciudad o superar el tope de ingresos establecido como máximo

13 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Varios miles de familias pueden permitirse que sus hijos coman en el colegio gracias a las ayudas municipales que acaba de aprobar la junta de gobierno local, que toma la decisión más de dos meses después de iniciado el curso escolar. Las bases fueron aprobadas a finales de mayor, consumiendo estos meses en la presentación y chequeo de las solicitudes. La cifra exacta se ignora ya que en algunos casos afecta a más de un menor por unidad familiar y en otros se añade también la ayuda para libros.

En total, son 2.811 las becas de comedor destinadas a otros tantos alumnos de edades comprendidas entre 3 y 16 años, cuyas familias recibirán por cada uno de ellos 385,4 euros al cabo del curso. Esta cantidad supone 41 euros por mes de junio a septiembre, ambos incluidos, pero en los de diciembre y abril la cifra se reduce al 70 % (28,7 euros) debido al recorte de días escolares por las vacaciones

Esta ayuda social pueden solicitarla las familias cuyos hijos acudan a colegios de Vigo sean públicos o concertados (quedan excluidos los privados), siempre que cursen educación infantil (segunda etapa), primaria (1º a 6º) y secundaria obligatorio (1º a 4º). Por tanto, desde que cumplen 3 años hasta los 16.

Más restrictivas son las bases para libros de texto, que reduce las opciones a la segunda etapa de educación infantil, y cuyo importe es un único pago de 85 euros. En ambos programas el Concello emplea más de 1.2 millones de euros.

Exclusiones

De total del 5.305 solicitudes presentadas en las oficinas municipales, un 22 % han sido denegadas por la Concejalía de Benestar Social al incumplir alguno de los requisitos establecidos. El más habitual es superar los ingresos máximos fijados por el gobierno local, que ascienden a 4.792 euros anuales por miembro de la unidad familiar.

El criterio que usan los responsables municipales tiene en cuenta el obligado gasto de la vivienda, que se deduce de los ingresos obtenidos. En concreto, a la cifra total del dinero que perciben los padres se deducen los pagos del alquiler o de la hipoteca, con un tope máximo de 500 euros mensuales. De esta forma, el Concello obtiene la cantidad neta de que disponen las unidades familiares solicitantes para hacer frente a su existencia.

Un requisito excluyente para las familias que reclamen la ayuda, siempre personas con dificultades para llegar a final de mes, es que no sean titulares de viviendas en las que no residen. Con esto se busca limitar las peticiones a aquellos que realmente lo necesitan.

De otra parte, el Concello no concede estas ayudas si los niños y la familia no están empadronados en la ciudad, e igualmente el centro escolar tiene que estar situado en el término municipal. Es una cuestión que el gobierno vigués incluye con frecuencia en las ayudas sociales, por ejemplo para obtener la tarjeta bonobús para el uso de Vitrasa a precio reducido. También en las tarifas para utilizar instalaciones deportivas municipales, caso de las piscinas, en las que los residentes en Vigo abonan un precio inferior a los empadronados en otros municipios.

Lo que no exige en este caso Servicios Sociales es un tiempo mínimo de residencia en la ciudad, lo que no siempre ocurre. Por ejemplo, para aceptar solicitudes del cheque social este mismo departamento plantea como requisito imprescindible que las familias lleven al menos un año viviendo en Vigo de manera fehaciente. Con ello se busca que no haya trasvase de población desde otros lugares vecinos atraída por ayudas sociales más generosas en la capital metropolitana.

Junto a los motivos mencionados, algunas solicitudes han sido descartadas ya que el menor para el que se piden las ayudas están tutelado por Menores o bien convive con el progenitor, padre o madre, distinto al que ha realizado la petición.