Feliz verano

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

09 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que levante la mano quien no tenga la sensación de que ayer era verano. Yo estoy convencido de que el fin de semana pasado estuve en la playa. Y no soy el único. En cierto modo es verdad, porque el último domingo Samil lucía llena de gente de paseo, animada por máximas por encima de los 20 grados. Y quizás esto también contribuya a esta impresión de que nos atropella el calendario. Creemos recordar que ayer era septiembre y que los días comenzaban a acortarse. Y, sin embargo, ya estamos en Navidad. A mitigar esta sensación ayudan poco las prisas por decorar la ciudad. Las luces madrugan más y más cada año. Y la comezón aumenta porque, hay que reconocerlo, en los últimos años lo del centro de Vigo es un espectáculo. Cierto que no es un hecho exclusivo de nuestra ciudad. Hace unos días estuve en Valladolid y, aunque se quedan algo más cortos en el despliegue, hay el mismo árbol gigante con la misma cola para sacarse la foto. En Vigo, la única objeción posible este año es otro abeto, situado a la entrada del ayuntamiento. Alguien decidió rodearlo con una cinta roja y blanca, con el rótulo ‘Concello de Vigo’. Más que decorado, parece que lo han precintado. Por lo demás, todo estupendo, aunque no falte quien, en redes sociales, exija más luces en la Travesía o en las parroquias. Pero sería una ruina repetir lo de la Porta do Sol en los 109 kilómetros cuadrados del municipio. Es dudoso que la decoración navideña nos la vayan a copiar en Nueva York, como exageró el alcalde. Pero hay que reconocer que está muy bien. Es imposible no saber que estamos en Navidad, aunque nada nos quite la sensación de que ayer, sí ayer, era verano.