La implicada actuó en dos tiendas de telefonía donde actuaba movida por un impulso de robar que anulaba su voluntad
24 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Fiscalía admite que una dependienta acusada de hurtar dos smartphones en la tienda en la que trabajaba sufría en ese momento un trastorno de personalidad y una cleptomanía que la impulsaba a robar y que anulaba ligeramente su capacidad de voluntad. La acusación pide 15 meses de cárcel teniendo en cuenta esa atenuante o eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica.
La vista por conformidad se celebró ayer en el juzgado de lo penal número 1 de Vigo y la implicada se declaró culpable de un hurto continuado a cambio de rebajar la pena.
Los hechos remontan al 19 y 21 de noviembre del 2014. La trabajadora de una tienda de telefonía se quedó con un iPhone 5, valorado en 540 euros, y luego, en otro sucursal, un iPhone 6, de 793 euros, que más tarde revendió en sendos locales de compraventa de segunda mano.