Hacienda monta un equipo para cobrar lo defraudado en Las 5 Jotas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Los inspectores vigilan que 80 condenados paguen sus multas y deudas millonarias

23 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los juzgados de Vigo han dictado cerca de 80 condenas contra los empresarios implicados en la trama de facturas falsas de Las 5 Jotas y Hacienda ha creado un equipo especial de cobradores para recuperar el dinero defraudado. Los infractores deben abonar decenas de millones de euros en multas, cuotas e intereses. Para recaudar estas fabulosas sumas de dinero, la Agencia Tributaria ha creado un equipo especial de cobradores en su sede en A Coruña que se dedica exclusivamente a verificar que las empresas condenadas pagan religiosamente todo lo que deben por sentencia judicial. Si la entidad incumple, el equipo inicia por vía de apremio el cobro o el embargo de sus bienes.

Aunque no está calculado, todo apunta a que Hacienda ha cobrado varios millones por sus derechos reconocidos en las sentencias dictadas en la trama de Las 5 Jotas contra 200 firmas implicadas en toda Galicia, principalmente del ramo de la construcción. Lo recaudado por las cuotas e intereses pasa a llenar las arcas tributarias mientras que las multas engrosan el tesoro del Estado.

Gran parte de los juicios no se llegaron a celebrar porque los empresarios pactaron con el fiscal y aceptaron devolver todo el dinero a cambio de librarse de ingresar en la cárcel. Por eso, en los dos últimos años, los empresarios y Hacienda han sellado decenas de acuerdos en vistas por conformidad. Ayer mismo, el administrador de Talleres Ganomagoga SL se declaró culpable y aceptó 6 meses de cárcel en el juzgado de lo penal número 2 de Vigo de los delitos de fraude fiscal en el impuesto de sociedades en el 2007, falsificación en documento mercantil y otro contra la Hacienda Pública por la declaración del IVA en el mismo ejercicio. Pedía facturas falsas por obras de pintado de torres eólicas. Pagará a Hacienda cuotas de 660.000 y 280.000 euros y una multa de 430.000 euros.

Si se supone que este fue un juicio típico de la trama, se podría estimar el dinero que deben devolver los condenados hasta ahora: entre 30 y 50 millones en cuotas y de 10 a 20 millones en multas. Pero una cosa es la suma que dicta la sentencia y otra lo finalmente recaudado. El hecho de que Hacienda haya tenido que montar un equipo de cobradores evidencia que los empresarios no llegan al juzgado con maletines rebosantes de billetes para saldar sus deudas fiscales. Algunos ha sufrido los efectos de la crisis, sus sociedades han quebrado y tienen que vender fincas o casas para ponerse al día con la Agencia Tributaria si quieren librarse de la cárcel.

El juzgado de lo penal número 2 de Vigo suspendió ayer un segundo juicio de la trama, esta vez contra la constructora Konstunorest, acusada de defraudar 129.991 euros en el 2007 y otros 152.326 en el 2008. El abogado presentó en la sala 1.500 folios de nuevas pruebas (principalmente, facturas antiguas) para probar la inocencia de su cliente y la jueza aplazó la vista para que las acusaciones estudien la documentación. Una decena de testigos, algunos llegados de Ourense, se quejaron de que esta era la tercera vez que atrasaban la sesión.

El próximo lunes arranca el mayor juicio de la trama. Se trata del supuesto fraude millonario de la asesoría Darzal. Sin embargo, es posible que la empresa plantee como cuestión previa que el juicio sea competencia de la Audiencia por las penas mínimas. Otro juicio importante por celebrar afecta a la constructora ourensana Dabalpo por obras en el aeropuerto de Lavacolla.

En las últimas vistas, ya no ha comparecido el cerebro de la trama, Xosé Manuel Costas, pues está fugado desde junio al escaparse días antes de ingresar en prisión para cumplir 6 años de cárcel. Su hermano Jacobo acudió ayer al juicio desde A Lama.

 

En pleno bum del ladrillo, cientos de empresas solicitaron facturas falsas a la carpintería viguesa Las 5 Jotas, fabricante de casas de madera. Entre el 2005 y el 2010, el grupo dirigido por Xosé Manuel Costas simuló trabajos ficticios por valor de más de cien millones. Hacienda denunció a 200 firmas y ya se celebraron 80 juicios por la mayor trama gallega de fraude.

EL DINERO negro

Cajero automático de fondos opacos. Las 5 Jotas funcionaba como un cajero automático de dinero negro. Cuando una empresa necesitaba billetes en B le pedía facturas falsas a Las 5 Jotas por trabajos ficticios. El jefe de la carpintería iba personalmente al banco a cobrar las facturas, algunas de 400.000 euros, y a la salida devolvía en mano el dinero a la empresa, ahora fondos fuera del control de Hacienda. Otras veces, aprovechaban las facturas falsas para desgravar o ahorrarse dinero del impuesto de sociedades o del IVA.

la trama

Una red compleja. El jefe de Las 5 Jotas contrató a cientos de empleados rumanos a los que abrió cuentas bancarias para operar con fondos opacos. Fueron acusados varios empleados de banca porque su colaboración era necesaria para el éxito de toda la operación.

el cerebro

Fugado desde junio. Xosé Manuel Costas tiene que cumplir un máximo de 6 años de cárcel por todas las condenas de esta trama pero está declarado en rebeldía porque se fugó en junio.