La Fundación Barrié inaugura en su sede viguesa la primera retrospectiva dedicada al arquitecto carballinés
29 oct 2016 . Actualizado a las 04:00 h.«Llevo algún tiempo mirando para atrás y es algo que inquieta cuando uno tiene ochenta años», reconoce el arquitecto Manuel Gallego Jorreto. Esta ojeada al retrovisor viene dada por la exposición que la Fundación Barrié ha hecho de su trayectoria desde 1969 al 2015.
«Manuel Gallego es la gran referencia de la arquitectura contemporánea en Galicia y también en España», afirmó José María Arias Mosquera, presidente de la Fundación Barrié, durante la presentación de la exposición que permanecerá en Vigo hasta el 5 de marzo del año próximo. «Pertenece a esa arquitectura concebida como algo relacionado con su entorno, fusionada en el territorio», añadió.
Se trata de un proyecto comisariado por el propia arquitecto y diseñada por el arquitecto y fotógrafo Pablo G. Picard. Está compuesta por una selección de proyectos construidos, y propone crear un hilo argumental que permita desarrollar un discurso destinado a provocar miradas diversas sobre la arquitectura. «Me costó transmitir la complejidad de la arquitectura ya que responde a muchas cosas y, sobre todo, transmite emociones», señaló Manuel Gallego. «No quise eludir el riesgo que ello supone e intenté que el espectador que solo quiera verla pueda hacerlo en poco tiempo, pero también que quienes estén interesados en el tema puedan acercarse a cómo veo yo la arquitectura y los condicionantes que me influyen», añadió.
Cada obra seleccionada para la exposición define un lugar propio que pretende recordar que la arquitectura es la creación de un lugar para usar y vivir. Por ello sitúa un gran plano que contextualiza la obra. Va acompañado de una serie de esquemas y dibujos originales, así como una serie de imágenes que ayudan a construir la idea que guio al arquitecto durante su creación.
Tras enfrentarse a la retrospectiva, Manuel Jorreto ha descubierto lo poco que dura la arquitectura. «Lo que más me llamó la atención es que la obra había sido modificada en un gran número de casos; eso es algo que no pasa, por ejemplo, en Portugal, donde son más respetuosos con la arquitectura», explica el maestro de arquitectos.
En la exposición, Gallego Jorreto no incluyó la arquitectura que «la crisis dejó en el papel». Afirma que es una pena que no llegará a materializarse porque era «más donde me jugaba más».
El recorrido expositivo se organiza en torno a la arquitectura de vivienda y a la de los espacios de uso colectivos. En esta ambivalencia se incluyen obras tan representativas del autor como son la vivienda unifamiliar de Corrubedo (1970), o en O Carballo (1979): los premiados Museo de Bellas Artes de A Coruña (1997) y Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela (2012); o los igualmente conocidos Complejo Presidencial de Galicia (2002) y Centro Cultural y Concello de A Illa de Arousa (2005-2008). La retrospectiva se acompaña de otros proyectos menos conocidos pero igualmente brillantes, como son la Lonja de Lira (2008), el Centro Cultural en Ourense (2009) y el Museo del Papel de Carballiño (2004).
Con un total de 22 proyectos, 16 de ellos con su respectiva maqueta, junto a una amplia información gráfica y fotográfica y un breve texto explicativo, el espacio expositivo aúna un total de 24 planos de gran formato.