La presión popular logra que los bulldogs de Camelias ya puedan pasear por la calle

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los animales encerrados durante años en un local protagonizaron una campaña en las redes sociales y ahora se les ha visto libres en la calle

28 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras hacerse vox populi que dos perros de la raza bulldog inglés llevaban encerrados más de dos años en un local comercial en sesudo en la calle Camelias, 38, miles de personas apoyaron la campaña que se inició en las redes sociales para pedir su liberación. Los animales no salían nunca del recinto, sin ver la luz del sol ni estar en contacto con nadie, excepto en el momento en el que entran para dejarles comida y bebida.

Hace nueve meses, S.O.S. Animales Vigo lanzó a través de la plataforma Change.org una petición dirigida al alcalde de Vigo, Abel Caballero, para que tomasen cartas en el asunto y actuase contra la actitud de los dueños, al tener a las mascotas incomunicados, en permanente encierro y confinadas en un espacio de olor nauseabundo que invade la acera.

El caso parece haber terminado bien para los dos canes y los participantes en la campaña se muestran esperanzados, porque aunque tras la presión contra los dueños se los llevaron del local y se temían lo peor, los que seguían alerta pudieron comprobar hace unos días que su estado es mejor. «Los sacan a pasear y entran en el portal, así que están en la casa y se les ve mucho mejor aspecto», indica una de las impulsoras de la campaña, que tampoco las tiene todas consigo y no descarta que lo hagan por una cuestión de imagen.

La veterinaria especializada en etología canina Rita Campos indica que «los efectos que puede tener sobre cada animal el haber estado aislado de otros perros, personas y del exterior dependen del temperamento de cada animal. En este caso, es positivo que no estuviesen totalmente aislados, si no que fuesen dos. Pero la adaptación depende del grado de problema que tengan, de cómo sea ese nuevo ambiente y cómo se les maneje», indica.

La situación de los perros encerrados despertó la indignación de muchos vecinos de Vigo que antes de la denuncia en redes sociales llamaron a la Policía Local y al Seprona. Las fuerzas del orden acudieron en varias ocasiones a comprobar y verificar el estado de los animales, pero al encontrarse «sanos y vigilados», no había razones suficientes para actuar.

Aún así, la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago, decidió proponer una sanción, y pese al informe policial favorable, no le pareció que su estado fuese equivalente a estar bien. Así, al propietario se le impuso una multa de 150 euros en julio del 2014. El expediente se remitió a la Xunta, que mandó el mes pasado a funcionarios de Medio Ambiente a inspeccionar el local sin éxito. Tras ello, los dueños de los canes se los llevaron de allí. No se volvió a saber nada de ellos, pero ahora reaparecer libres.