Cardama ultima la entrega de uno de los buques encargados por Marruecos

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

xoán carlos gil

El astillero tiene carga de trabajo garantizada hasta la primavera del 2018

26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cardama está realizando las pruebas de mar del primero de los dos remolcadores que construye para Marruecos, cuya entrega prevé realizar en un plazo de dos o tres semanas. En realidad, ya tendría que estar en Nador, su puerto de destino, pero una serie de modificaciones solicitadas por la compañía armadora, Marsa Maroc, propiedad del Gobierno magrebí, han obligado a retrasar la entrega. El buque, de 24,5 metros de eslora y 3,5 de calado, tendrá encomendada la realización de diversas actividades, desde la ayuda a buques a realizar maniobras hasta labores de salvamento pasando por la lucha contra la contaminación o contra incendios.

El encargo de Marsa Maroc incluye un segundo remolcador, gemelo del anterior, que prestará los mismos servicios pero en Agadir. En este caso la entrega está prevista para el próximo mes de enero. La operación está presupuestada en 9 millones de euros. El Gobierno marroquí confirmó en su día que necesita ampliar su flota de remolcadores de puerto, lo que convierte al astillero vigués en firme aspirante a adjudicarse nuevos contratos.

Cardama tiene carga de trabajo garantizada hasta la primavera del 2018. En concreto, además de los dos barcos ya citados a punto de rematar, está construyendo sendos buques multipropósito para Senegal e Irak, respectivamente. Se trata de unidades muy versátiles equipadas para desarrollar tareas de salvamento marítimo, lucha contra incendios, vigilancia aduanera...

El contratado por Senegal tiene 50 metros de eslora y está valorado en 12 millones de euros, en tanto el de Irak, presupuestado en una cifra similar, tiene 42 metros de eslora. Es la primera vez que el astillero vigués firma un contrato con Irak.

Completan la carga de trabajo de Cardama, que emplea a unas 200 personas (incluidas auxiliares), tres encargos de reparación de otros tantos pesqueros.

Metalships

Precisamente las reparaciones son las que están garantizando actividad en otro de los astilleros de la ría, Metalships ya que, igual que le ocurre a Barreras, sigue sin cerrar contratos de obra nueva. En concreto el astillero de Teis tiene en este momento en dique un atunero de la naviera Albacora, que necesita importantes trabajos de mejora tanto en la sala de máquinas como en las bodegas. Fuentes próximas a la factoría indican que este segmento de negocio les está permitiendo mantener ocupada no solo a la totalidad de la plantilla (93 trabajadores), sino también a unos 200 más de empresas auxiliares.

La nula demanda de buques de apoyo a plataformas, principal nicho de contratación de Metalships, obliga a la compañía a buscar negocio en otro tipo de embarcaciones, sobre todo ferris y grandes congeladores. Algo parecido le ocurre a Barreras.