Vigo tiene 13.000 litigios menos en 9 meses tras despenalizarse los accidentes leves e insultos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los juzgados de instrucción reducen un 40 % de su carga de trabajo respecto a hace un año

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los juzgados de Vigo, que mueven anualmente una media de 70.000 asuntos, han perdido 13.000 litigios en solo 9 meses. Este descenso, que supone la quinta parte de la carga de trabajo habitual, tiene una clara relación con la reforma legal que entró en vigor en enero que despenalizó las denuncias por accidentes de tráfico sin heridos, por insultos (los pleitos conocidos como chamoumes) y los incumplimientos de los horarios de visitas en los regímenes de guardias y custodias de menores.

A todo ello se suma que los juzgados de instrucción están obligados a archivar un caso en seis meses si no hay autor conocido (como en el tiroteo a los vendedores de Coia en el túnel de Valadares), con lo que desaparecen muchos asuntos. La reforma obliga a los jueces a agilizar las investigaciones y resolverlas en seis meses de plazo como máximo pero los complejos se prorrogan hasta 18 meses.

Las cifras hablan por sí solas. Los ocho juzgados de instrucción habían tramitado hace un año un total de 30.441 denuncias y atestados, incluidas 71 querellas. El panorama es completamente distinto un año después: desde enero solo se tramitaron 17.987 denuncias y atestados, lo que equivale al 40,9 % menos de trabajo.

«Es normal que bajen los casos, sobre todo porque se archivan más ahora», dijo ayer el juez decano, Germán Serrano.

«Ha habido una despenalización y quieras que no, las juzgados tienen una carga bastante menor. Esta era una reforma muy necesaria que por fin ha llegado», añade la fiscala jefe del área de Vigo, Susana García-Baquero.

Los juicios de faltas en los que un vecino denunciaba a otro porque le llamó esto o lo otro han dejado de existir. Había un consenso entre los magistrados para eliminar ese tipo de juicios, que ellos llamaban del tendal, en la que dos vecinos se cruzan insultos mientras tienden la ropa. Todo eso ha quedado finalmente eliminado. Si alguien se siente insultado, desde enero tiene que reclamar por la vía civil.

Lo mismo ha ocurrido con los litigios por la colisión entre vehículos que se saldaban con daños en la carrocería o con algún conductor o ocupante con contractura cervical. Hasta hace poco, muchos accidentados interponían una denuncia para ahorrarse las tasas judiciales (que ya han sido suprimidas) y los gastos de contratar a un perito privado para que valorase las lesiones. Si interponían la denuncia, el forense judicial les salía gratis. Una vez que el juez calculaba la indemnización, acudían con el título a reclamar el dinero por la vía civil. «El denunciante ni siquiera venía al juicio, nos hacían perder mucho tiempo», relata una letrada judicial.

El fiscal jefe de Seguridad Vial de Galicia, Carlos Gil, admite que los representantes del Ministerio Público dejaron de ir hace tiempo a estos juicios de tráfico de escasa entidad delictiva. «Ya habíamos dejado de ir hace muchos años salvo casos de muerte o lesiones medulares», dice.

Una letrada judicial de un tribunal de instrucción admite que ahora tienen menos casos pero que siguen igual de ocupados porque ahora entran asuntos «muy complejos», como es el caso de las tramas de fraude fiscal o de corrupción.

En otras jurisdicciones, los litigios administrativos han descendido de 966 a 899 en el último año y los pleitos civiles se redujeron de 11.312 a 11.190. En cambio, los pleitos laborales aumentan de 3.715 a 4.154 en un año.