«La prostitución es la forma que mi personaje tiene de dar amor»

La Voz

VIGO CIUDAD

Afundación inicia hoy su temporada de teatro con la obra «Gibraltareña», escrita por Juan Iborra

05 oct 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Gibraltareña inaugura la temporada de teatro de Afundación en Vigo. La obra de Juan Iborra, interpretada por Elisa Matilla, se podrá ver hoy a partir de las 20.30 horas en el Teatro Afundación (Policarpo Sanz, 13).

-¿Qué hay detrás de «Gibraltareña»?

-Es una obra protagonizada por una mujer que se dedica a la prostitución y al contrabando, y retrata una España de los setenta, con una verja de acceso a Gibraltar cerrada y con familias aisladas a uno y otro lado. Pero, sobre todo, habla de la vida porque la protagonista confiesa su vida al público de una forma un poco novelada y algo que puede parecer una tragedia es una comedia muy divertida, llena de chispa y de humor negro.

-¿La obra se posiciona respecto a lo que significa la prostitución?

-No, es muy anecdótico que ella se dedique a la prostitución. Es un asunto que utiliza para hablar del amor. Ella no encontró el amor que se ha dedicado a dar a sus clientes. La obra no pretende reflexionar sobre el tema. Es la forma en que esta gibraltareña tiene para dar amor.

-¿Es relevante la localización en Gibraltar?

-Sí, no se ha hablado mucho del cierre de la verja en el teatro. Además, el director, Juan Iborra, pasaba muchos veranos en el Campo de Gibraltar. Le pareció que era un espacio adecuado para hablar de este tipo de mujeres.

-¿Cómo se afronta en solitario un guion?

-Es un poco como los toreros porque al principio da mucho vértigo y responsabilidad debido a que no hay otros compañeros que te echen una mano. En la hora y cuarto que dura la función, yo no salgo del escenario. Canto, bailo y, sobre todo, intento transmitir sentimientos. Todo este abismo sucede antes de salir porque luego, lo que realmente pasa es que tengo la sensación de haber estado veinte minutos en escena. También es tal la comunicación con el personaje que me lleva sola, no me da tiempo de pensar en nada más.

-¿Le ayuda de alguna forma la escenografía?

-Sí, a través de unas luces maravillosas porque es una función de teatro, no es solo un monólogo. Es verdad que estamos acostumbrados a que los monólogos no requieren de escenografía, pero aquí no, cobra vida el Campo de Gibraltar, la verja y nos trasladamos a aquellos años con un mismo decorado.

-¿Es complicado alternar dos obras de teatro, como está haciendo actualmente con «Lavar, marcar y enterrar»?

-No, mis mayores siempre me hablaban de que llevaban repertorio, es decir, más de una función. No me resulta complicado hacerlo. Quizá resulta complicado el proceso de creación, pero cuando el personaje está creado y lo tienes en la tripas ya es tuyo.

-¿Qué tiene el teatro que tanto les atrae a los actores?

-Creo que es la energía del público. Me da la fuerza y la guía para hacer una función distinta cada día. El público es quien manda y a veces las funciones salen más cómicas o más dramáticas dependiendo de quien esté sentado en las butacas. Los actores nos empapamos de esa energía para después devolverla.