El BBVA prorroga la suspensión de una subasta de Karpin para que construya

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La banca acreedora ha desactivado el resto de las pujas del Barrio do Cura

24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El BBVA ha prorrogado la suspensión de una subasta de terrenos del proyecto urbanístico del Barrio do Cura del promotor Valery Karpin porque el banco acreedor considera que las negociaciones con los nuevos inversores siguen adelante, a la espera de que mejore el mercado inmobiliario. La búsqueda del acuerdo significa que los accionistas no han renunciado al proyecto a pesar del revés que ha supuesto la anulación del Plan Xeral de Ordenación Urbana de Vigo, que contemplaba la reordenación del Barrio do Cura, y que pasarán meses o años hasta que se reforme y se vuelva a aprobar.

El juzgado de primera instancia número 7 de Vigo pregunta cada trimestre al BBVA si desea reactivar la puja o si prorroga la suspensión. Hasta ahora, el banco siempre ha optado por alargar la suspensión. Es la única puja de solares de Karpin que sigue activa, aunque sea en estado de hibernación. Los otros bienes ejecutados por impago de hipoteca están desactivados desde hace dos años sin que los acreedores (el BBVA y el Santander) hayan realizado el menor movimiento en los últimos tres años. Se trata de las subastas de las dos mitades del proyecto del Barrio do Cura, que incluye el antiguo asilo de ancianos pobres y decenas de edificios y fincas.

En el 2014, el exjugador del Celta paralizó todas las pujas que avecinaban tras anunciar al banco que había encontrado unos inversores extranjeros dispuestos a colocar su capital en el proyecto para construir 350 o 400 apartamentos de lujo en el Barrio do Cura, que incluiría un subterráneo para comunicar la calle Torrecedeira y el Paseo de Alfonso.

Un largo proceso

Los proyectos urbanísticos de la sociedad inmobiliaria encabezada por Karpin comenzaron en el 2004 con la adquisición del Asilo de los Hermanitas de los Ancianos Desamparados, situado en el Barrio do Cura, y los edificios de la calle Santa Marta. Era la pieza fundamental para crear un gran complejo urbanístico de lujo en el Casco Vello. Para ello firmó una hipoteca con el BBVA y Banco Santander que, en conjunto, rondaba los 40 millones.

Los impagos hipotecarios del promotor ruso empezaron en el 2010, al poco de producirse el crack del ladrillo y desplomarse el valor de los inmuebles. En primer lugar, perdió el solar del colegio Cluny, en la céntrica Gran Vía. La finca fue subastada por 36 millones, se la quedó el banco acreedor, pasó a manos de la Sareb que, a su vez, se la colocó a la empresa Ballesol que demolió el inmueble en enero y levanta ahora mismo un geriátrico en la misma parcela.

En marzo del 2012, Karpin convenció al Banco Santander para paralizar la subasta de la mitad del Barrio do Cura, y en el 2013, hizo lo mismo con la otra parte que pertenecía al BBVA. De esas pujas no ha vuelto a saberse nada, en principio porque dichas entidades financieras están interesadas en mantenerlas congeladas. Solo sigue activa la ejecución hipotecaria de un par de fincas.