El arte de hacer arte en 25 metros o en 25 centímetros

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La pintora viguesa Pilar Alonso pasa de pintar un mural del tamaño de un edificio a crear una pieza para una vitrina

07 sep 2016 . Actualizado a las 13:04 h.

Será difícil que Pilar Alonso olvide el verano del 2016 porque es poco probable que se le vuelvan a presentar retos artísticos como los que ha afrontado en los últimos meses. A principios de agosto finalizaba en la medianera de un edificio ubicado en la avenida de Fragoso, 93, el lienzo más grande que ha pintado nunca «y eso que me gustan los formatos grandes», asegura la creadora viguesa, que fue una de las participantes en la segunda fase del programa municipal que pretende aprovechar espacios urbanos con impactantes propuestas plásticas.

Pero después de esta titánica tarea, el nuevo desafío para la autora es hacer una obra que la descoloca con el cambio radical de escala: se trata de realizar una pieza que este viernes para la galería más pequeña del mundo, que se encuentra en la librería Versus de Vigo y como no podía ser de otra manera, se llama Lilliput. El artista Ángel Cerviño es el comisario de ese micromundo por el que llevan desfilando desde hace cuatro años, autores de reputada trayectoria -dsede Carme Nogueira a Almudena Fernández Fariña, Jorge Perianes o Isaac Pérez Vicente-, obligados a estrujarse los sesos para meter sus obras en una vitrina de cristal de 50x50 centímetros.

«Cuando me propuso participar lo primero que pensé fue en hacer un cuadrito pequeño, pero enseguida lo descarté porque era demasiado obvio y poco original. Me pareció más honesto buscar otro lenguaje y entonces recurrí a la infancia, que es de donde muchos artistas sacamos nuestras neuras, y eché mano de la idea de las vitrinas, que me recuerdan a aquellos escaparates llenos de objetos de deseo y cosas que admirabas pero que seguramente nunca te iban a comprar». Por eso, a la hora de plasmarlo imaginó una casa de brillantes colores rojizos, con espacios transparentes y otros opacos, que conecta con su fabulación actual.

Para sumergirse en el mundo creativo de Pilar Alonso, es necesario saber que su obra tiene una tendencia narrativa de características cinematográficas. Su primer alter ego fue La Diva, personaje para el que iba creando un cosmos plástico con la ayuda de su musa y modelo, la actriz Iria Pinheiro. La diva pereció y en su lugar surgió Cándida Standwick. «En esa serie, la casa roja funciona como un personaje más y es el sitio donde ocurren las cosas que tú puedes o no puedes ver», explica. Lo curioso es que la pequeña pieza está conectada con la de grandes dimensiones, ya que la imagen del mural sustenta entre sus manos un cofre encarnado.

La pieza para Lilliput fue pintada antes de fusionar la maqueta y está confeccionada con metacrilato. «Ha sido una labor de alta costura. Es la típica cosa que ves y dices: ¡bah, qué fácil!, pues ni se imaginan el trabajo que da», asegura añadiendo que se trató de una tarea muy laboriosa que además requirió la implicación de más gente de otras disciplinas abierta a colaborar. Y eso me encanta», afirma.

La preproducción fue anterior a la preparación de los bocetos para el mural que luce en Fragoso, pero la ejecución fue al revés. Así pasó de subirse a una grúa para pintar en una superficie de 25 metros de alto para pasar a perfeccionar los detalles de una obra que ocupa 25 centímetros. «Tengo que reconocer que para mí fue mayor reto la pieza pequeña que la grande. El mural supuso un reto más técnico y físico. Nunca había trabajado en vertical. Fue tremendo subirse a aquella grúa, en plena ola de calor, con la presión, además, de las prisas, ya que solo disponía de la maquinaria elevadora durante doce días, y había que acabarlo como fuera», cuenta.

Sin embargo, para ella fue relativamente sencillo plasmar, en grandes dimensiones, algo que sabe manejar a la perfección a un tamaño más humano. «En cambio, la casita me planteaba dificultades a las que no estaba acostumbrada ya que lo hice en un soporte no habitual para mí. En términos lingüísticos, una fue como traducir del castellano al inglés y la otra, como pasarlo al chino».

Pilar Alonso se presentó al programa en su primera fase y la emplazaron para la segunda, pero entre tanto contactó con el colectivo Proyecto Ewa y le propusieron la colaboración con la poeta Chus Pato, que integra sus versos. «Fue la parte más chula de la propuesta, porque conectamos enseguida y nos entendimos muy bien», asegura.

Inicios. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Sevilla y durante una larga temporada residió en Berlín becada por la Fundación Barrié.

De Vigo a Tomiño. La artista lleva casi diez años residiendo en Tomiño, donde tiene su estudio.

La nueva exposición. La obra Cándida Standwick. La Casita Roja, que ha ideado para la galería Lilliput, ubicada en la librería Versus (Venezuela, 80), se presenta el viernes, 9 de septiembre, a las 20.30 horas.