Un hospital de campaña

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los tres candidatos de la oposición ya han visitado el Cunqueiro y el conselleiro se multiplica

02 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No se sabe si fue fina ironía o un dolido reproche lo que el conselleiro de Sanidade espetó a los miembros de la junta de personal en la reunión que celebraron el miércoles en el Meixoeiro: «Así que ahora os dedicáis a presentar el programa electoral del PSOE...». Jesús Vázquez Almuiña se refería al acto de precampaña de Xoaquín Fernández Leiceaga en el Hospital Álvaro Cunqueiro, quien, tras reunirse con los sindicatos, prometió, de nuevo, rescatar la parte privatizada del centro sanitario para la gestión pública.

Pero el candidato del PSOE no era el único. En el Hospital Álvaro Cunqueiro nacen bebés de 500 gramos, se hacen operaciones a corazón abierto y se analizan muestras del zika. Pero también se ganan y se pierden elecciones. O eso piensan los señores y las señoras que dentro de 23 días se juegan su sueldo. El domingo 25 hay elecciones en Galicia y los candidatos de todos los partidos de la oposición con representación parlamentaria han pisado ya el nuevo hospital de Vigo para convertirlo en el símbolo de su política sanitaria.

Y para pescar votos, claro. Empezando por el propio PP. Alberto Núñez Feijoo despidió a Rocío Mosquera como conselleira poco después de la manifestación que hace un año sacó a la calle a más de cien mil personas. Nombró a Almuiña, hasta entonces alcalde de Baiona, para llegar a las elecciones con los ánimos apaciguados, tras un crispado arranque. En el hospital hay consenso: lo ha conseguido. La duda es si ha sido suficiente para que el Cunqueiro pese a favor del PP en la balanza electoral o, al menos, para que no pese.

En cualquier caso, ahora va en la lista del PP al Parlamento, que es como decir que tiene opciones a mantener el cargo. Almuiña, el pacificador, forma parte del paisaje diario del Cunqueiro desde la semana siguiente a asumir el cargo y seguirá estando durante la campaña. Pero también forma parte del paisaje la promesa de que se rescatará para la gestión pública, que los partidos de la oposición repiten a diario, algo que se antoja técnicamente complejo y económicamente costoso. Pero una cosa es la promesa y otra es la persona.

Por eso todos los candidatos buscan la foto. La buscó Leiceaga la semana pasada. La buscó Ana Pontón (BNG) el miércoles, prometiendo rescatar el hospital. Y la buscó Luis Villares (En Marea) ayer mismo a las puertas del centro sanitario de la parroquia de Beade, donde prometió, también, rescatar la sanidad «dinamitada e privatizada por Feijoo».

Hay diputados en todos los bandos que sostienen que las elecciones se ganan en Vigo. No es una afirmación descabellada por tres razones: 1) la encuesta de Sondaxe dibuja un escenario de un apretadísimo empate -el PP 37; el resto 38-; 2) Vigo es la ciudad con más votantes de la comunidad; y 3) en la provincia de Pontevedra tradicionalmente un puñado de votos hace que un escaño se mueva de la derecha a la izquierda.

En ese escenario, mañana se cumple un año de la macromanifestación contra el Cunqueiro. Se celebrará una romería y una marcha en torno al Hospital Xeral, más discreta. Todos los candidatos de la oposición van a intentar hacerse visibles en ese evento. El rescate del hospital es una de las pocas cosas en las que existe un consenso absoluto. Por eso, probablemente los partidos repetirán actos en el Cunqueiro cuando la campaña empiece oficialmente, la próxima semana.

Pero también el PP. En el mismo escenario, los populares quieren convertir el hospital de Vigo en un símbolo de su política sanitaria. El discurso oficial dice que la Xunta consiguió construir el hospital en un contexto económico desastroso y en un plazo razonable.

Tanta ida y venida de candidatos por el hospital deja en evidencia una ausencia clamorosa. Alberto Núñez Feijoo no ha ido al Cunqueiro ni siquiera a inaugurarlo. Tal vez tras el 25-S.