El «Sea Cloud II» abre el mes con más turismo de cruceros del año en Vigo

s. antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En las 14 escalas programadas se espera la visita de más de 32.000 pasajeros

02 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Septiembre es uno de los dos meses fuertes del año en tráfico de cruceros en Vigo. El otro es mayo, con cifras muy parejas. La programación arranca hoy con la escala del Sea Cloud II, la primera de las 14 previstas, en las que se espera la visita de más de 32.000 pasajeros, cifra a la que hay que sumar la de las tripulaciones que, en conjunto, superan las 9.000 personas.

La variedad de navíos, sobre todo en tamaño, es tan grande como la de gustos, ya que van desde los poco más de 100 metros de eslora y capacidad para 160 personas, incluida la tripulación, a los más de 330 y más de 4.000 plazas, tripulación aparte. El Sea Cloud II, que hoy abre la lista se encuentra entre los primeros. Se trata de un velero de tres palos, de 117 metros de eslora y 16 de manga que evoca los ambientes marítimos de moda de los años 60.

La filosofía de la naviera, del mismo nombre que el buque, es organizar viajes de lujo personalizados. 60 personas de tripulación para 60 pasajeros. Además de lujo y exclusividad, uno de los principales atractivos para el pasaje es la cocina. Su alto nivel culinario está pensado para los gustos más sibaritas.

En las antípodas, tanto por tamaño (330 metros de eslora) como por capacidad (4.324 pasajeros y 1.398 tripulantes) se sitúa el Britannia, que este mes tiene programadas dos escalas, en concreto los días 15 y 22. Este último coincidirá en puerto con uno de los habituales, el Oriana, ambos procedentes de Lisboa en ruta hacia Gran Bretaña.

No será la única escala doble de septiembre, ya que el día 28 atracarán en la estación marítima el Ventura y el Thomson Spirit, de 290 y 215 metros de eslora, respectivamente. El primero procede de Funchal en ruta hacia Southampton, en tanto el segundo llega de Gibraltar y partirá hacia Oporto, una ruta cuando menos peculiar, ya que significa desandar parte del camino andado.

Además del Sea Cloud II, un segundo velero, en este caso propiedad de Windstar Cruises, atracará en Vigo en septiembre. Se trata del Wind Surf, un buque de 5 mástiles, construido el 1990 y reformado en 2012. Con 187 metros de eslora y capacidad para 347 pasajeros y 163 tripulantes, también cuenta entre sus reclamos con una cuidada oferta gastronómica y una no menos cuidada y extensa carta de vinos. El servicio personalizado y el ambiente familiar son otros de sus atractivos. Además, cuando la escala lo permite, ofrecen actividades acuáticas.

En conjunto, Vigo espera recibir este año por vía marítima unos 175.000 turistas, a los que hay que añadir 75.000 tripulantes, una cifra que permanece estancada desde hace tres años. La mala noticia es que el próximo al fin va a moverse, pero lo hará en sentido negativo, ya que el número de escalas será sensiblemente menor al de este ejercicio.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, señala que la buena noticia en este sentido es que la agresiva política comercial a la que se han abrazado en los últimos meses, ha amortiguado el batacazo inicial, ya que de las 40 escalas inicialmente previstas para el 2017, se ha pasado a 66. En todo caso, insuficientes, según López Veiga, para un puerto como Vigo. «Todo lo que baje de 80 cruceros es una mala noticia», sostiene.

Alianza con Lisboa

El objetivo es que la época de vacas flacas llegue a su fin cuando entre en funcionamiento el nuevo muelle de trasatlánticos que se está construyendo en Lisboa, puerto con el que Vigo anunció en su día la firma de una alianza de colaboración que, de momento, no se ha producido. Lo cierto es que son el complemento perfecto, ya que buena parte de los buques que hacen escala en la estación marítima proceden de la capital lusa que, a su vez, es el siguiente destino de los que parten de Vigo.

Las obras de ampliación dotarán a Lisboa de capacidad para recibir medio millón de cruceristas, escenario del que sin duda se beneficiaría el puerto vigués.

Por otra parte, López Veiga aboga por coordinarse con el Concello porque, sostiene, «el Puerto trae barcos, pero la ciudad tiene que ofrecer cosas atractivas». En este sentido, ya han empezado a trabajar para mejorar la señalización, hasta ahora tan deficiente cuando no inexistente que no es extraño toparse con cruceristas perdidos entre las naves de Beiramar porque no existen señales que, partiendo de la estación marítima, indicen los lugares de interés de la ciudad más próximos.

La ciudad recibirá este año por vía marítima en torno a 175.000 turistas y 75.000 tripulantes