Anomalías sin solucionar en una calle obligan al Ayuntamiento a pagar 32.000 euros a una afectada

a.m. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ALBA PEREZ

La propietaria, vecina de A Salgueira, reparó las grietas de su casa, pero vuelven a surgir por el paso de camiones

29 ago 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El Ayuntamiento de Vigo ha sido condenado a abonar 32.242 euros por los desperfectos que el paso continuo de vehículos ha provocado en una vivienda de A Salgueira. Aún se expone a tener que seguir indemnizando a su propietaria porque no ha solucionado el problema de la calle que dio origen al pleito.

Isabel Alonso Martínez acudió al juzgado de lo contencioso administrativo porque la tierra tiembla sobre los cimientos de su cada vez que pasan vehículos, sobre todo de alto tonelaje. El juez le dio la razón y ordenó a la Administración local reembolsarle el dinero que le costó reparar las grietas que se abrieron en su vivienda debido a este problema.

La sentencia considera acreditado que por efecto de las vibraciones «se produce un movimiento telúrico de baja intensidad, lo que se refleja en la desarticulación que sufren las paredes de los ambientes inferiores, aflorando fisuras en todos ellos». La casa fue construida en 1965, pero hace diez años fue objeto de una rehabilitación integral. Los problemas comenzaron hace siete años, cuando la circulación se hizo más intensa en dicha calle, debido a la implantación de nuevas urbanizaciones en la zona y la puesta en marcha del ambulatorio y del centro comercial Gran Vía. También una línea de Vitrasa transcurre a diario por allí.

Como consecuencia del tráfico rodado por ese lugar se produjo un deterioro progresivo de las condiciones del pavimento y de la acera, a la que también acababan subiendo los vehículos porque la calzada es demasiado estrecha. La vecina pidió al Concello en el 2010 que instalase bolardos en la acera para impedir que la invadieran los vehículos, pero la propuesta fue rechazada porque en ese caso no habría espacio para que pudieran pasar personas en silla de ruedas.

La afectada ya cobró la indemnización, con la que ha podido reformar la vivienda, pero como el problema de la calle no se ha arreglado continúa sufriendo las consecuencias de los temblores. «Cada vez que pasan coches pesados, caen al suelo trocitos de escayola», lamentaba esta vecino. «El asunto sigue igual, arreglé mi casa y ya tengo las grietas otra vez encima», se queja. No descarta volver al juzgado en el caso de que tenga que volver a hacer obras en su casa. Pide a los responsables municipales que se restrinja la circulación en la avenida de A Salgueira, que no fue diseñada en su día para soportar un tráfico tan intenso. Además reclama que se corrija el desnivel de la acera. Al haberse rebajado por el paso de los coches, el agua de la lluvia se filtra dentro de su casa, ocasionando numerosos problemas de humedades.