Los gitanos zamoranos regresan timidamente al mercadillo de Bouzas

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

La segunda jornada tras su recuperación contempló un aumento de puestos y total ausencia de incidentes

22 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado día 14, cuando regresó el mercadillo de Bouzas tras su paralización durante diez meses, se instalaron 50 vendedores de los 80 que había logrado autorización. Ayer ya fueron 60, iniciando así una tendencia al alza. Sin embargo, tiene mayor relevancia la presencia entre estos diez nuevos puestos de tres vendedores del grupo conocido como gitanos zamoranos, cuyo enfrentamiento con el clan de los morones (gitanos gallegos) fue el detonante del conflicto que llevo al Concello vigués a suspenderlos.

Las fuentes consultadas consideran que si el regreso de los zamoranos se confirma puede darse por recuperado, aunque todavía es pronto para saberlo. De momento, la superficie ocupada es pequeña, 60 puestos de los 241 posibles, pero el Concello da por seguro que poco a poco se irá consiguiendo.

La jornada de ayer fue completamente tranquila, sin incidentes, aunque se mantuvo una discreta vigilancia policial (dos parejas de agentes) y los vigilantes contratados por el gobierno municipal para que no haya problemas. Estos últimos se encargan de revisar las autorizaciones y que cada vendedor ocupe el espacio que tiene autorizado. Se mantienen allí durante toda la mañana en esta etapa inicial para garantizar que discurra sin incidencias.

A lo largo de la mañana de ayer la feria estuvo animada, a lo que colaboró una soleada jornada veraniega. Los visitantes recorrieron los puestos, aunque se ignora cual fue el resultado con relación a las ventas.

Los vendedores siguen quejándose de que las tasas que aplica el Concello son elevadas, algo que podría reconsiderarse en el futuro. El alcalde lo anunció la semana pasada, una medida, si se aplica, destinada a acelerar la recuperación del veterano mercadillo.

De momento las cosas en Bouzas discurren de manera más dinámica que en Coia. Allí no han regresado los zamoranos y se mantiene estable el número de puestos. Fueron 43 (de 75 autorizados) el día de la reapertura, el 10 de agosto, y la cifra se repitió el miércoles pasado.

De cara a incrementar el número de vendedores, desde el gobierno municipal se mantiene abierta la recepción de solicitudes. Fueron muchas más de las autorizadas, pero las que están pendientes no cumplen los requisitos exigidos. Principalmente, alta en la seguridad social, pago de impuestos y carné de manipulador de alimentos en los puestos de comida. Y también, el pago de las tasas establecidas en la ordenanza vigente. Y esto afecta también a Bouzas, pese a que el mercadillo se celebra en terrenos del puerto. Un acuerdo de Caballero con el presidente de la Autorización Portuaria permitió esta solución.

Hasta su suspensión, el Concello permanecía ajeno a su celebración. Una asociación de vendedores cobraba tasas y repartía los espacios. Y las disputas sobre dinero y sitios provocó los enfrentamientos entre grupos de vendedores y el posterior encarcelamiento de los principales dirigentes del clan de los morones, que siguen entre rejas.