El Puerto de Vigo resucita el centro de reparación naval en su plan estratégico

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El sector plantea Vulcano como uno de los posibles emplazamientos

20 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Prácticamente una década después de que la patronal del metal, Asime, pusiera sobre la mesa la creación de un centro de reparación naval en Vigo, el Puerto ha encontrado la plataforma idónea para resucitar un proyecto que, cual Guadiana, ha desaparecido y vuelto a aparecer cada cierto tiempo. La estrategia de crecimiento azul (Blue Growth) que lidera la terminal viguesa en Europa es esa plataforma.

Se trata de un ambicioso trabajo cuyo fin último es relanzar la inversión y la innovación en todo lo que tenga que ver con los sectores marino y marítimo. El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, subraya que la gran ventaja de la iniciativa es que son los propios usuarios, esto es, «los verdaderos protagonistas», los que aportan las ideas. Hasta 250 de las más diversas áreas -pesca, cruceros, autopista del mar, historia, energía, marina deportiva, construcción naval...- repartidos en grupos de trabajo han hecho sus aportaciones.

El de la construcción naval se ha fijado como primer mandamiento volver a «posicionar al sector como referente mundial», para lo que, dicen, es necesario definir una estrategia de conjunto. Más allá de literatura posibilista, proponen convertir a Vigo en un puerto refugio que ofrezca un servicio competitivo de reparaciones. En esa línea, señalan la necesidad de reorganizar los espacios para disponer de una «zona apropiada y específica».

En la actualidad, las reparaciones a flote se están haciendo en el relleno de Bouzas, «un lugar que no reúne las condiciones necesarias», coinciden empresarios y sindicatos ya que, entre otras cosas, no hay servicios ni vestuarios. «Además, se queda pequeño», apostillan.

La empresa Centro de Reparaciones Navales entró en dique seco en el año 2010, cuando fracasó la operación de compra del astillero Metalships, que el propietario valoró en 55 millones de euros. El paquete incluía 80.000 metros cuadrados al borde del mar y la parcela de una antigua conservera que usaban como almacén. «La empresa sigue viva», recuerdan fuentes del sector. Quedan 24 de los 55 socios iniciales y un capital social de algo más de un millón de euros. Al frente del consejo de administración está José García Costas (Mecanasa), del que también forman parte Julio Gómez (Vicalsa), Fernando Couñago (Tesol) y Ángel Portas (Coterena).

La estrategia de crecimiento azul puede significar su reactivación definitiva, aunque para eso lo primero será encontrar el emplazamiento idóneo. «Las instalaciones de Metalships son las mejores para montar un dique en el que se puedan reparar grandes buques de más de 100 metros de eslora», reconocen algunos empresarios, conscientes de que ya es un escenario impensable.

Una opción que también se ha barajado es la de Vulcano. El astillero no pasa por su mejor momento y esa podría ser una posible línea de negocio. «La empresa tiene que coger otro rumbo o no tendrá futuro», afirman fuentes sindicales, que añaden que ha llegado la hora de que la familia Santodomingo traspase el testigo.

El objetivo con el que nació en su momento la empresa Centro de Reparaciones Navales, fue convertirse en centro de atracción no solo para los grandes barcos que llevaban años construyendo, sino para una nómina de 24.000 potenciales clientes, que son los buques que se estima que transitan cada año frente a la ría de Vigo. «Disponer de unas instalaciones adecuadas podría multiplicar por 200 la facturación», dicen los empresarios, que subrayan que es un nicho de mercado más estable que la construcción de buques, «como ha quedado patente en estos últimos años», concluyen.