PSA pone a prueba la fábrica de Balaídos de cara a los nuevos lanzamientos

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

xoán carlos gil

La planta reanuda hoy la producción tras someterse a una serie de reformas durante las vacaciones de la plantilla

17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La planta de PSA en Vigo retoma hoy la actividad después de tres semanas de vacaciones, tiempo que la dirección ha aprovechado para prepararse para lanzamiento de las nuevas furgonetas (proyecto K-9). Las sustitutas de las actuales Berlingo y Partner, en este caso en tres versiones, ya que a las siluetas de Citroën y Peugeot se sumará la de Opel, no llegarán al mercado hasta principios del 2018, pero las primeras preseries empezarán a fabricarse en primavera. Rubén Pérez, portavoz de UGT en el comité, recordaba justo antes de iniciarse el descanso el pasado 22 de julio que esta sería la última «gran parada» antes de que se produzca el lanzamiento, lo que obligaba a una puesta a punto a fondo.

Las obras, en las que han trabajado unas 1.500 personas, la mayoría de ellas externas, se han centrado sobre todo en el denominado taller de ferraje, con la incorporación de nuevos robots y maquinaria y la adaptación de algunos de los que ya existen.

Por otra parte, se está avanzando en la implantación de un nuevo sistema de logística en la línea dos de montaje, que es en la que ahora se fabrican los monovolúmenes C-4 y que, durante un tiempo, compartirá espacio con las K-9. Dicho sistema, denominado full-kitting, reducirá los tiempos de montaje de cada unidad -ahora puede salir prácticamente una por minuto-, ya que las piezas llegarán contadas para cada vehículo al borde de la cadena y los trabajadores no perderán tiempo en buscar las referencias como hasta ahora.

La previsión es que el full-kitting esté completamente operativo en la cadena dos este año. Con posterioridad, pensando en la llegada en el 2020 del segundo nuevo modelo adjudicado a Vigo, el sistema se implantará también en la línea uno.

En el último trimestre la dirección prevé una bajada de producción de unos 12.000 vehículos con lo que, si no se producen nuevos cambios, terminarán montándose en el año 430.000 unidades, 24.000 más que en el 2015. Dicha bajada implicará una reducción de cadencia sobre todo en el sistema dos, pasando de 39 a 31 coches por hora, lo que supondrá en torno a 150 trabajadores menos. Esta situación provocará que prácticamente no se hagan sábados ni domingos.

Vigo, igual que el resto de las plantas del grupo, realizará en otoño la habitual parada técnica anual. Este año será del 25 de octubre al 1 de noviembre.