La Universidad recibe solo 7 peticiones para 124 ordenadores que ofrece gratis

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La institución abrirá otra convocatoria para repartir los equipos reciclados entre entidades sin ánimo de lucro

08 ago 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Solo siete entidades sin ánimo de lucro se han presentado a la convocatoria pública de la Universidad de Vigo para acceder a los ordenadores usados que recicla cada año. En total lograron hacerse con 31 equipos. En esta ocasión la Oficina de Medio Ambiente (OMA) de la institución viguesa había recogido hasta la fecha 124 aparatos, aunque recibe de forma constante.

La idea es abrir una nueva convocatoria en breve para dar otra oportunidad a las asociaciones que lo necesiten. Los promotores de esta iniciativa temen que muchas de ellas no se hayan enterado a tiempo de la convocatoria que se hizo pública en mayo. Los últimos ordenadores se entregaron recientemente.

Los equipos han ido a parar a asociaciones culturales, de padres de alumnos, residencias de mayores y otras agrupaciones sociales, tras una detallada selección con el fin de detectar si cumplen con las condiciones exigidas. Algunas reciben más de un equipo, en función de las necesidades. También se da prioridad a aquellas entidades que organizan cursos gratuitos de Internet y se entrega uno u otro equipo en función del trabajo que se vaya a desarrollar con él.

Una vez entregados se hace un seguimiento para conocer cómo marcha, si tiene algún tipo de fallo y si es utilizado de forma correcta por los usuarios.

El Grupo de Reciclaje Informático (Gruvi) está integrado por estudiantes voluntarios, algunos de ellos becarios. La mayoría procede de Telecomunicaciones e Industriales. El trabajo que desarrollan es recompensado con la certificación de horas para acceder a créditos.

La iniciativa surgió a raíz de la acumulación de restos informáticos en los tres campus de la Universidad de Vigo. Fue entonces cuando la OMA pensó en la posibilidad de reciclarlos y de aprovecharlos para las entidades sin ánimo de lucro y con escasos medios para adquirirlos. Del éxito del proyecto dan fe las cifras al constatar que en un solo año se pasó de 56 equipos reciclados a 162 y que en cursos como el 2013-2014 se recuperaron casi 400 equipos informáticos y componentes repartidos entre 30 instituciones.

La mayoría de las escuelas y facultades los entregan al quedar obsoletos, que no inservibles. Ordenadores, teclados, altavoces, impresoras... De todo recoge el Grupo de Reciclaje Informático.

Una vez procedido al desmontado y clasificación de las piezas, procede al montaje. No es de extrañar que se tengan que valer de varios ordenadores para montar uno. A veces han sido desguazados previamente antes de caer en manos de la OMA. En ese caso cogen lo mejor de cada uno para conseguir un aparato en condiciones y le instalan software libre. Si cuentan con disco duro, se hace un borrado a conciencia para garantizar la protección de datos.

Las piezas que no son aprovechables se remiten al gestor de residuos de la Universidad.

La mayoría cuentan con diez años de media, más edad de la que tenían antes de la crisis económica, cuando al menor fallo eran descartados con apenas cinco años. De ahí también que el número de los recogidos fuera superior a la actualidad.