La suerte navideña comienza a repartirse desde el verano

Irene Jiménez Toledo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Joseba Cuña

«¿Y si toca aquí?», se plantean los turistas que durante el verano aprovechan para comprar lotería de Navidad en la ciudad

07 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Son abundantes los turistas que pasan por Vigo y paran unos minutos para comprar un décimo con la esperanza de que se cumpla el eslogan de la campaña «¿Y si toca aquí?». Aunque pueda parecer sorprendente asociar verano y Navidad, los vendedores de lotería reconocen que desde que se puso a la venta, el 5 de julio, ha habido bastantes personas que ya han adquirido décimos.

Un ejemplo son los vascos Oier Barrutia, Raúl Bermúdez e Iván Fernández, que han venido desde un pueblo de Vizcaya a pasar unos días a Vigo. «Hemos comprado un décimo para cada uno. Somos tres y elegimos un número que acaba en tres», explica Oier al salir de la administración. «Compramos en todos los sitios a los que vamos de vacaciones, por si suena la flauta», añade Iván. La próxima etapa será Salamanca, y allí también piensan probar suerte, «Como Ermua nunca toca...», se justifica Raúl.

También lo han intentado Gracia Fuentes y Juanjo Rodríguez. Han cambiado el Mediterráneo (Valencia), donde residen, por el Atlántico gallego. Al entrar en la administración de lotería su intención solo era sellar la primitiva, pero el cartel de la lotería de Navidad les ha tentando. «No compramos en todos los sitios a los que vamos porque si no sería una ruina», comenta Gracia. Han dejado la elección en manos de su hijo. «A ver si te llega la inspiración y tenemos suerte», le ha dicho Juanjo cuando el niño elegía el décimo que esperan sea el agraciado.

Las administraciones coinciden en que este año se está vendiendo más, aunque en fechas tan tempranas generalmente suele ser gente que está de paso. Cataluña, País Vasco y Madrid son los lugares que más repiten los vendedores, aunque dicen que hay gente de toda España, incluidas otras zonas de Galicia.

El buen tiempo y la alta ocupación hotelera que Vigo registra este verano favorecen el aumento de compradores. José Luis Domínguez, de la administración 34, situada en la Alameda, señala que ya en abril los turistas que pasaban por Vigo le pedían lotería de Navidad. «Todos los días viene alguien a llevarse algún décimo», explica.

Otra de las opciones a la hora de adquirir décimos es el teléfono para que los envíen por correo. «Nos han llamado desde Madrid, Andalucía, incluso Canarias, para reservar números y que se los mandemos», cuenta Chelo González, de la administración 26, sita en María Berdiales. Allí entregaron en 2012 el quinto premio, pero el número agraciado ya está agotado. José Luis Domínguez cuenta que hay gente que repite todos los años, «incluso llaman para reservar un número porque van a venir en agosto a por él».

Lo habitual es que los compradores se lleven un décimo, o dos como mucho. Pero hay casos en los que se prueba suerte para todos los familiares. «El otro día vino un señor que se llevo 400 euros en lotería para repartir», señala Domínguez.

También algunos bares se han sumado a la venta de lotería. Aunque no es frecuente aún ver carteles anunciándolo, ni siquiera en zona turísticas como la Alameda.

En la marisquería La Espuela sí tienen colgados a la vista algunos décimos para incentivar a sus clientes. Susana Sanromán, cuenta desde el otro lado de la barra que generalmente son turistas los que compran lotería en estas fechas. «El otro día vino un grupo de 13 personas y se llevaron más de 20 décimos», recuerda.

Otros bares se han sumado más tarde a la venta, como La Casineta, que empezó a hacerlo a principios de agosto, o el mesón Compostela, que colgará el cartel anunciador en los próximos días. Su objetivo es aprovechar el tirón turístico del resto del mes.

En general, los compradores locales son más pacientes y esperan la llegada del otoño para hacerse con su provisión de lotería. Es el caso de José Manuel Bouzas, que lo explica en la puerta de una administración: «He venido a echar la bonoloto, pero la lotería lo dejo para más adelante. La compraré en noviembre, más o menos». La excepción son los que buscan un número determinado, que lo reservan cuanto antes para que no se agote. La demanda a veces logra que desaparezcan en los primeros días.