El Celta estima unas pérdidas de 3 millones por las obras de Balaídos

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El problema se agravará al inicio de la liga por la falta de una iluminación adecuada

05 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La reforma de Balaídos está teniendo consecuencias económicas negativas para la entidad que utiliza el estadio. Según ha sabido este periódico, el club celeste atribuye a las obras una merma de ingresos superior a los 3 millones de euros a lo largo de la pasada temporada. Y ahora, con el equipo en la UEFA y el campo que sigue con una grada en obras y la iluminación en una grave situación, considera que el balance va a incrementarse.

La entidad celeste atribuye al malestar generado por las obras una merma en el número de socios. También de asistentes, con solo cinco partidos por encima de los 20.000. Esto genera un menor retorno en derechos televisivos en el apartado de impacto social por parte de la Liga de Fútbol Profesional (LPF), en el que Celta y Eibar son los que menos percibirán

Pero sobre todo, el mayor problema es que ha perdido una parte del aforo, lo que le ha impedido poner a la venta miles de entradas. Muchos de los asistentes a los partidos lo ignoran ya que el campo siempre ofrece espacios libres, miles de asientos, pero ello se debe a que unos 4.000 socios con reserva no acuden habitualmente. Sin embargo, a la hora de poner a la venta las entradas el club tiene forzosamente que contar con que van a estar presentes.

De nada vale pensar que hay miles de abonados que no suelen acudir salvo a partidos muy especiales. A modo de ejemplo, cuando el Sporting de Gijón se desplazó a Balaídos la pasada temporada el club no pudo satisfacer la demanda de 2.000 entradas de los asturianos. Y, por citar otro ejemplo, cuando vino el Eibar tampoco pudo entregarle 1.000 entradas solicitadas. En total, fueron diez partidos en los que hubo huecos y a la vez entradas pedidas que no pudieron despacharse.

El hecho de que la grada de Tribuna estuviera varios meses en obras, cubierta por un toldo, obligó a desplazar a los socios que allí tiene su sitio a otros espacios, menguando la capacidad global del estadio. Ahora, cuando la liga comience el día 22, ocurrirá lo mismo con Preferencia, con el agravante de que su capacidad es mayor y por tanto el problema generado.

Ocupación imposible

Con la vista puesta en la inminente liga, en el club existe preocupación por tener en obras la principal grada del estadio, hacia la que apuntan las cámaras en las retransmisiones televisivas. La LFP exige que, por cuestiones de imagen, siempre esté ocupada al menos en un 75 %, lo que va a ser imposible al menos en una primera etapa.

Además, para que las televisiones puedan retransmitir encuentros desde Balaídos hace falta que se solucione la falta de iluminación generada por la desaparición de los focos situados en la antigua cubierta. También será preciso resolver la inutilización de dos de las torretas (en ambos extremos de Tribuna) que no podrán iluminar el terreno de juego con la futura cubierta ya que llega hasta el borde del campo.

 

Sigue la guerra en Zona Franca a cuenta del proyecto de reforma del estadio

En el Consorcio de la Zona Franca, donde tiene mando ejecutivo el PP pero la presidencia recae en el alcalde, las cosas discurrían sin mayores incidencias hasta que se cruzó por medio la reforma del estadio. Su coste asciende a más de 30 millones de euros, que van a sufragar Concello y Diputación, pero Caballero decidió llamar en la puerta del estadio. Objetivo: conseguir un aparcamiento bajo la grada de Marcador y si era posible también su reconstrucción (unos 12 millones de euros).

Tras más de un año de gestiones, tensiones y polémicas parece claro que el consorcio no lo va a financiar. Como respuesta, Caballero se hizo temporalmente con la mayoría en el pleno cambiando a un vocal del PP por otro del PSOE, y ha bloqueado los presupuestos, aunque sin citar a Balaídos para nada.

En este conflicto terció ayer la portavoz del PP, que acusó al alcalde de «manipular las instituciones públicas por motivos partidarios, sin importarle perjudicar a los ciudadanos», aseguró Elena Muñoz.

La dirigente popular reclamó ayer al alcalde que permita la aprobación del presupuesto «que incluye 44 millones de euros en inversiones y el convenio con la Diputación para desarrollar el Campus do Mar». Afirmó que estaba «muy callado cuando Zona Franca, con gobierno socialista, invertía fuera de Vigo 100 millones en Porto do Molle, y ahora que quiere invertir en Vigo lo bloquea».

Sobre el Campus do Mar, Caballero dijo ayer que la Universidad debe pedir que se lo ceda la Xunta, y no se plantea por ahora aprobar el presupuesto.