El Lagares era una depuradora natural

Antón Lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

La desembocadura del río albergaba una gran diversidad que la convertía en el Coto de Doñana de Galicia

26 jul 2016 . Actualizado a las 11:44 h.

La nostalgia es un peligro, pero cuesta imaginar cómo sería Samil hace un siglo, que viene siendo mucho tiempo a escala humana, pero apenas un instante para los procesos ecológicos. Su sistema dunar activo solo podría compararse al del actual parque natural de Corrubedo. Las dunas rampantes llegaban a Coia y Navia, y en buena medida todo el frontal este de Vigo se edificó sobre las originarias dunas fósiles.

La Xunqueira del Lagares, que ocupaba el triple de su actual espacio, albergaba una biodiversidad que la convertía en el Coto de Doñana de Galicia y era la mejor depuradora natural de todo el sur de Galicia. En definitiva, si estos días visitan las Cíes y su emblemática playa de Rodas y su entorno, verán allí una pequeña muestra, apenas residual, de lo que fue ecológicamente Samil hace solamente un siglo.

Hoy prácticamente todo está perdido y en su mayor parte de forma irrecuperable. La semana pasada comentábamos la doble moral que nos invita a salir a las playas a disfrutar de la vida, pero al mismo tiempo nos produce rechazo todo aquello que las convierte en eso, playas vivas.

En el límite ecológico de lo que fue el área de influencia de la playa de Samil hoy tenemos edificios de diez plantas, desde los que ya no se ve el mar, y no digamos las carreteras y aparcamientos, instalaciones hoteleras y de restauración, deportivas y paseo marítimo que destrozaron aquel espacio singular que hoy sería, también desde el punto de vista turístico (y por tanto económico), nuestro mayor valor natural.

Limpieza dañina

Pero las agresiones a lo poco que resta de naturaleza en Samil siguen produciéndose actualmente. Nuestros amigos y compañeros del Colectivo Ecoloxista do Salnés nos lo comentaban hace unos días, poniendo como ejemplo el entorno de la playa de A Lanzada en un análisis perfectamente extrapolable a Samil. Décadas de limpiezas mecanizadas en Samil compactaron, y lo siguen haciendo, las arenas, y sepultaron a toda la comunidad de fauna invertebrada que encontraba refugio entre sus huecos.

Dicha limpieza mecanizada no es selectiva, por lo que no diferencia entre algas y basura. De esta forma, se elimina todo, lo bueno y lo malo. Estudios de la Universidad de Vigo determinan que elegir entre limpieza manual y limpieza mecanizada significa la diferencia entre la vida y la muerte de un tercio de esta imprescindible microfauna.

Las algas que llegan a la orilla no son basura, son un elemento fundamental para la vida y el equilibrio ecológico. Son el hogar y refugio de microherbívoros (absolutamente inofensivos para nosotros), que a su vez son la base alimenticia de muchas aves marinas, alguna de ellas como el chorlitejo, entre las más amenazadas de nuestra fauna y cuyo último nido en Vigo estaba aproximadamente donde hoy se encuentra el aparcamiento del Marina Cíes. Pero, además, estas algas, una vez descompuestas, fertilizan la arena que a su vez fertilizará el mar, y con él sentará la base de la proliferación de peces y mariscos de los que depende en buena parte nuestra economía.

Hace años cumplían también la función de alimentar a las plantas dunares, pero, lamentablemente, dichas plantas perecieron, como las dunas, bajo paseos marítimos y chiringuitos varios, al mismo tiempo que representaban la primera línea de defensa contra la erosión que ahora campa a sus anchas.

Si cualquier mañana de verano, una vez que los servicios de limpieza terminan su labor, nos acercamos a la playa de Samil comprobaremos que nos ofrece la imagen de una playa limpia. Muerta, eso sí, pero limpia. En cualquier caso no se consuela quien no quiere. A falta de vida real, Samil es un hervidero de vida virtual. Parece ser (no podemos confirmar el dato) que nuestro mayor arenal urbanizado está lleno de pokémons. Algo es algo.

O Grove, como modelo: limpia a mano A Lanzada

Ya tenemos ejemplos positivos que sirven de referencia. Gracias en buena medida al Colectivo Ecoloxista do Salnés, el Concello de O Grove decidió eliminar la limpieza mecanizada en A Lanzada. Limpieza manual (ya saben, políticas keynesianas, más generación de empleo) y conservación de las algas en las playas. Eso para empezar. Sentar la base ecológica de la regeneración de Samil empezando por el propio arenal y luego, claro, reconquistar.

Apliquemos radicalmente lo que decía el Plan Xeral de Ordenación Urbana con base en el inapelable técnico diagnóstico de la Universidad de Vigo. Todas, sin excepción, las infraestructuras del borde litoral de Samil deben ser desplazadas, como mínimo, cincuenta metros tierra adentro. Estaría bien que el Concello comprendiera el concepto de la totalidad, y dejase de aplicar el principio urbanístico del pimiento de Padrón? «algunhas as retiramos, e outras non».