La comisión judicial de Vigo paró dos desahucios porque las inquilinas tenían hijos pequeños

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Los funcionarios de Notificaciones y Embargos llamaron a los servicios sociales para que atendiesen a la familia desvalida

20 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La comisión judicial, acompañado de un cerrajero, llegó a la casa para desahuciar a una inquilina por impago del alquiler. La morosa, acompañada de su bebé, aún no había abandonado la vivienda. Cuando el cerrajero iba a cambiar la llave los funcionarios del Servicio de Embargos y Notificaciones mandaron paralizar el desalojo. Primero, tenían que informar a los servicios sociales de que había en la casa una familia con hijos pequeños en riesgo de quedar sin techo y en situación de vulnerabilidad. La mujer pudo seguir en la vivienda hasta que los funcionarios le buscaron una nueva vivienda.

En lo que va de año, en el primer trimestre, se han dado dos casos en Vigo en los que las desahuciadas tenían niños menores a su cargo. En un caso, era un niño de meses y otro de pocos años. El servicio de notificaciones informó a la Xunta y el Poder Judicial y suspendieron al lanzamiento. A través de los servicios sociales, se buscó una solución para ambas familias.

Es posible que haya más casos de inquilinas en situación de vulnerabilidad pero no se quedan en el domicilio. Lo que hacen es ir al juzgado para que le busquen una solución antes de que sea efectivo el desalojo. Así lo señala el secretario de Notificaciones y Embargos, Fernando Varela.

Por ejemplo, en abril, dos madres en paro y con hijos pequeños se vieron al borde de quedar en la calle pero, con el apoyo de Os Ninguéns, lograron aplazar el juicio hasta que la Xunta las recolocó en un piso de alquiler social tras varias semanas de negociaciones.

Lacero para las mascotas

En el segundo trimestre del año no se han conocido casos de inquilinas en situación de vulnerabilidad pero sí hubo anécdotas respecto a las mascotas de los desahuciados. Una persona desalojada no se pudo llevar sus gatos y abandonó la vivienda sin sus mininos. Fue necesario que los funcionarios que iban a ejecutar el lanzamiento llamasen a un lacero para que se llevase las mascotas a un centro de acogida.

Entre el 1 de enero y el 30 de junio hubo 287 desalojos, 48 menos que en el mismo semestre del 2015 (un 14,3 % menos). Ha habido un ligero aumento en el segundo trimestre respecto al primero pero sigue habiendo menos desahucios que el año pasado.

El 60 % de esas ejecuciones de desahucio (172 casos) son de inquilinos que debían mensualidades a su casero. Son menos que el año pasado y eso puede deberse, entre otros motivos, a que muchos propietarios demandan más tarde porque esperan cobrar. Otras veces, su arrendatario le da largas con promesas de que le va a pagar, por lo que el juicio se demora.

Según indican en la oficina de Embargos y Lanzamientos, apenas hay casos de desahucios de hipotecados de sus viviendas habituales porque las paralizan los juzgados o los propios bancos. Los desalojos por hipotecas son, principalmente, en locales de negocios, fincas, plazas de garajes o chalés, que han sido adquiridos en subasta.

El lanzamiento de casas de hipotecados suelen paralizarle y si se da algún caso, la familia ya ha desocupado su hogar. Una de las razones es que el mercado inmobiliario está muy debilitado y las viviendas ya no tienen salida. «Antes se vendía todo pero ahora no interesa mucho desahuciar», señala Fernando Varela.

En los últimos años, los procedimientos de demandas hipotecarias en Vigo se han reducido, en consonancia con las nuevas leyes que protegen al consumidor de los abusos bancarios.