El naval vigués trabaja al 12 % de su potencial pese al repunte del sector

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

Los sindicatos dicen que solo una política industrial «real» cambiará el escenario

15 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la aprobación del nuevo tax lease el naval español dio por rematada la travesía del desierto del naval. Pero la recuperación no está llegando a todos los territorios por igual. Los astilleros de la ría de Vigo suman el 50 % de la capacidad total de producción de las factorías privadas de España y, sin embargo, sus carteras de pedidos apenas cuentan con 13 de los 50 barcos que, según datos del Ministerio de Industria, se están construyendo en este momento, es decir, un 26 % del total.

Con todo, es un porcentaje que induce a error, ya que la situación real es mucho peor de la que revela esa cifra, dado que estamos hablando de un sector en el que el tamaño sí importa. Y los barcos contratados por los astilleros vigueses suman 57.597 toneladas brutas de un total de 497.660, lo que reduce la tasa de carga de trabajo al 12 %. Asturias y sobre todo el País Vasco han arretabado a Vigo la situación de privilegio durante décadas y que se hizo especialmente evidente en la primera década de este siglo.

La comparación con el 2009, el último año de gradas llenas, es demoledora. En aquel momento se estaban construyendo 25 barcos (12 más que ahora), pero sobre todo se estaban poniendo a flote 284.133 toneladas de acero, cinco veces de las que hay ahora contratadas, lo que significa mucho valor añadido.

Los sindicatos tienen claro a qué obedece que los astilleros vigueses estén trabajando a un mínimo de su capacidad, cuando no en dique seco total como Vulcano, mientras los vascos y asturianos llenan sus carteras, y en gran medida con barcos de envergadura. «Aquí falta una verdadera política industrial sectorial», afirma Ramón Sarmiento, responsable de industria de Comisiones Obreras, que añade que de poco o nada sirven actuaciones puntuales en empresas. «Mientras no se entienda eso seguiremos a la cola de la cola», asegura.

Fue una de las peticiones que los portavoces del naval de las centrales sindicales transmitieron el miércoles a los grupos políticos con representación en el Parlamento gallego. Les trasladaron que es urgente promover esa política industrial que reclaman, si de verdad se quiere cerrar la vía de agua que, además de algún astillero, está poniendo en peligro a las auxiliares.

Los sindicatos no salieron especialmente optimistas de esa reunión, sobre todo después de saber que el PP votó en contra debatir en el último pleno de la legislatura las ayudas a la renovación de la flota que demandan armadores, astilleros y sindicatos.

Empleo

Y si en términos de buques y toneladas brutas, la realidad es dura, en términos de empleo no lo es menos. De los 4.934 trabajadores que había en el sector en el 2009 en los siete astilleros de la ría -un año más tarde M. Cíes echó el cierre definitivo- , ya no quedan más que 1.167, de los que 700 corresponden a las empresas auxiliares. Los 87 que integran la nómina de Vulcano tienen el futuro en el aire si antes de septiembre no logra carga de trabajo o si la Xunta no habilita un fondo especial.